La peculiaridad de la campaña especial que llevaron a cabo los agentes de la Guardia Civil de Tráfico en mayo estribaba en que abordaba de forma integral todos los aspectos relacionados con la conducción, frente a aquellas que realizan focalizando su atención sobre un aspecto en concreto. Es el caso de la que está en marcha esta semana que pretende combatir la que es la segunda causa más frecuente de infracción: el alcohol y las drogas. Desde el pasado lunes y hasta el domingo los agentes de Tráfico intensificarán los controles con el alcoholímetro y el narcotest, pruebas que se realizarán a cualquier hora del día y en diferentes lugares, aunque se centrarán especialmente en aquellos puntos más conflictivos vinculados al ocio nocturno y a cualquier tipo de celebración festiva. El objetivo de la DGT es realizar unas 25.000 pruebas de alcoholemia diarias en todo el Estado y quieren poner especial énfasis en la peligrosidad de conducir no solo bajo los efectos del alcohol sino también de las drogas debido a la importante prevalencia que están detectando de usuarios que están al volante tras haber consumido estupefacientes. El último estudio de la DGT que data del año 2013 revela que conducir después de haber consumido sustancias psicoactivas es un "hecho frecuente" en España, alcanzando a doce de cada cien conductores.
Según la memoria del Instituto Nacional de Toxicología, un 39% de los 614 conductores fallecidos en accidente y analizados por dicho organismo tenían presencia en sangre de alcohol, drogas y psicofármacos. Recuerdan también que se han endurecido recientemente las sanciones pensando especialmente en los reincidentes.
