"Yo me vi muerta, estoy viva de milagro". Así de contundente se manifestó la víctima de una presunta agresión por parte su vecino en Moaña, en septiembre de 2014. El fiscal solicitaba inicialmente una pena de tres años de prisión por un delito de lesiones para el supuesto agresor, José Luis R. G., quien ayer se sentó en el banquillo de los acusados de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra.

José Luis R. G. tan solo quiso responder a las preguntas de su letrado, Manuel Franco Argibay, haciendo uso de su derecho de no contestar al fiscal y a la acusación particular. Según su versión de los hechos, fue la denunciante quien empezó a gritarle insultos desde el exterior de la vivienda y quien le golpeó cuando con un palo mientras él intentaba huir: "fue pim, pam, pum contra mi por las escaleras arriba", dijo.

La mujer, sin embargo, ofreció un relato totalmente distinto. Asegura que ambos mantuvieron una buena relación de vecindad durante algún tiempo y que ella incluso le ayudó "dándoles comida" a él y a su madre que es dependiente. No obstante, afirma que en un momento dado la buena relación se tornó en insultos constantes por parte del acusado hacia ella y hacia su hija, a quien "acosaba", afirmó.

El día de la supuesta agresión afirma que comenzó con graves insultos y frases soeces hacia ella hasta que en un momento dado observó al acusado con una manguera y le dijo que no podía conectarla a una toma de agua que correspondía a su vivienda. Asegura que el hombre le enchufó un chorro de agua en la cara con mucha presión de tal forma que la tiró al suelo y que luego solo recuerda ver las dos manos del acusado que le golpeaban con un tronco en la cabeza. Un corte que necesitó de varios puntos de sutura. "Estoy viva gracias a los vecinos", dice, dado que varias personas escucharon la discusión y el jaleo y acudieron al lugar. Entre ellos, dos personas que declararon ayer y que observaron como el acusado cogía un madero de grandes dimensiones de su garaje y se dirigía al lugar en el que estaba la víctima, aunque no vieron la agresión. Sí que escucharon como el hombre gritaba que "aunque eu vaia para a cárcel, voute matar". Los dos dijeron la misma frase.

"Tengo miedo"

La víctima asegura que estos hechos "me cambiaron la vida". "Tengo miedo social", afirma, "soy otra persona, no quiere ver a la gente y todavía estoy en tratamiento". Asegura que siente "terror" del acusado y que de hecho tiene intención de dejar la vivienda en la que se produjeron los hechos pues "no soporto mirar por esa ventana, siento miedo, bajo con la cabeza agachada".