El convenio de obras entre el Ministerio de Fomento y el Concello firmado en 2009 para realizar diversos proyectos viarios en el municipio estará cumplido y ejecutado en el plazo de poco más de un año. Es lo que resta para que se ejecuta la última de las actuaciones incluidas en aquel acuerdo: la mejora de seguridad vial y urbanización de la carretera de Ourense (N-541) a su paso por el municipio, en concreto en 4,2 kilómetros de Mourente y Bora. El ministerio acaba de adjudicar, después de seis meses de licitación, estos trabajos a la empresa Hocensa, con un presupuesto de 2.026.591 euros, un 28% por debajo de la cifra inicial de salida. El plazo máximo de ejecución es de un año, por lo que se estima que las obras estarán concluidas tras el verano de 2017.
Se pondrá así punto final a casi una década de colaboración entre Fomento y el Concello, que el alcalde, Miguel Fernández Lores negoció con al menos dos ministros Álvarez Cascos y Magdalena Álvarez), se firmó en 2009 con José Blanco, y se culmina con Ana Pastor . Aquel convenio incluyó, además de la N-541, la urbanización de la N-550 en Salcedo, la apertura de la actual avenida Josefina Arruti y la reforma del nudo de O Pino.
Esta actuación final en la carretera de Ourense tiene el objetivo de mejorar la seguridad vial en una zona densamente poblada y que registra entre 9.000 y 10.000 vehículos diarios. Entre los aspectos más destacados figura el cambio del trazado del vial a su paso por Bora, ya en el límite con Mourente. Se trata de un tramo de 600 metros, entre los puntos kilométricos 87,7 y 88,3, donde se ejecutará una nueva carretera para suavizar el radio de la curva y que obliga a reformar los enlaces con viales secundarios. Esta actuación es la de mayor envergadura de todo el proyecto, que incluye también kilómetro y medio de nuevas aceras y una glorieta en el cruce con las carreteras de Xeve y Carballedo.
La actuación en el municipio se prolonga a lo largo de 4,2 kilómetros y el ministerio insiste en que uno de los objetivos de las obras es reducir la siniestralidad de tráfico en una carretera de "trazado sinuoso y con intersecciones conflictivas" donde la tipología de los accidentes pone de manifiesto que se trata en general de "colisiones frontales o frontolaterales, así como las salidas de vía por la derecha en el tramo pontevedrés". El proyecto describe la modificación del recorrido entre Bora y Mourente como una "mejora del trazado entre los puntos 87,7 y 88,3 trasladando la intersección de acceso a Eirós (Mourente) unos 160 metros, habilitando un cambio de sentido con carriles de cambio de velocidad y centrales de espera y aceleración".
Asimismo, en el lugar de Carabelos (Mourente) "se dará continuidad a las aceras en el margen izquierdo, construyendo tres tramos nuevos y reponiendo las que se encuentren en mal estado. En concreto se hace referencia a la creación de aceras "por la margen izquierda de la carretera (en dirección a Pontevedra) en un primer tramo de 640 metros y medio kilómetro después se habilitarán otros tres segmentos de acera que suman otras 710 metros más. Además, se "repondrán y limpiarán" las ya existentes y que se encuentren en mal estado".
Glorieta en el cruce de Xeve
Otra de las actuaciones más llamativas se realizará en el entorno de la estación de ITV de Bora, donde se "dispondrá una glorieta que dará acceso a las poblaciones de Xeve y Couto" (así como a Carballedo, en Cotobade). También se habilitará "un cambio de sentido" para "simplificar la intersección del acceso a la ITV". El proyecto, cuyo plazo de ejecución es de un año, sí hace referencia a la instalación de iluminación en todo el tramo y la reposición de "aquellos báculos que se encuentren en mal estado" y a la "adecuación de las paradas de autobús existentes en este tramo". Por último, se destaca que "se adaptara a las nuevas características del vial elementos como el drenaje, la señalización vertical y horizontal, el balizamiento y las defensas". Entre esa señalización deberá figurar una que haga referencia a la "ubicación y trazado del sendero natural Pontes do río Lérez".
El pasado mes de marzo el ministerio emprendió el proceso expropiatorio de las fincas afectadas para iniciar las expropiaciones. Un total de 78 correspondían al municipio de Pontevedra. En su mayor parte son fincas y terreno arbolado ubicado en el lateral de la actual carretera nacional aunque el cambio de trazado obliga a ocupar terreno comunal. La mayoría de los bienes afectados se refieren a la tala de árboles, así como algún cerramiento de hormigón y malla de alguna vivienda, además de trasladar un hórreo afectado por las actuaciones. En la capital los terrenos y bienes afectados por las expropiaciones suman unos 20.000 metros cuadrados.
