Esta actuación de mejora de la seguridad vial a lo largo la carretera de Ourense (la N-541) se realiza en buena parte en el municipio de Pontevedra, pero también incluye actuaciones puntuales en Cotobade y Cerdedo, con obras en 2,3 kilómetros más. Sin embargo, el primero de esos dos municipios -que precisamente tramitan su posible fusión- solicitó hace meses al ministerio que se anulen las obras que afectan a su territorio, en concreto en el lugar de Viascón, por la elevada oposición vecinal en la zona y porque "técnicamente no resuelve los problemas" de circulación en la zona", según su alcalde, Jorge Cubela.

El propio Cubela explicó ayer que la posición de la ministra Ana Pastor es favorable a esa segregación, pero aún es necesaria una tramitación administrativa previa para certificar esa exclusión. El alcalde confía en que este mes de junio, antes de las elecciones generales, Fomento confirme la anulación del tramo de Cotobade, según las informaciones recibidas por Cubela en las reuniones mantenidas en los últimos días con la propia Pastor y con la Demarcación de Carreteras de Galicia.

Alegaciones rechazadas

Las alegaciones formuladas durante el periodo de exposición al público por el Concello de Cotobade y los vecinos de Viascón contra el proyecto original no tuvieron éxito y la Demarcación de Carreteras tampoco aceptó un cambio del diseño elegido, que incluye un carril de incorporación que "impide los cambios de sentido y divide a la parroquia", según el alcalde, que añade que "esta obra nunca fue solicitada por los vecinos". La petición de exclusión ya fue aprobada por el pleno municipal y trasladada a Fomento hace varios meses, antes incluso de que se iniciara el proceso de expropiación de los terrenos, que también quedaría paralizado si se confirma la segregación.