La residencia de la tercera edad de la Xunta en Campolongo realizó ayer un simulacro de incendio y, según su director, Felipe Solla, el resultado fue bastante satisfactorio. El responsable del centro destacó que se trata de una institución, que por las características de sus internos (en su mayoría personas que tienen problemas de movilidad) deben afrontar evacuaciones muy complejas en caso de catástrofe como la que se simuló ayer.

En el ejercicio realizado se ensayó con un incendio que se declaraba en la planta menos uno del edificio, concretamente en la cocina, procediéndose a la evacuación de ese piso y de la planta baja. En el resto del inmueble, el plan pasa por tranquilizar a los internos a la espera de los medios externos puesto que las personas con mayores personas de movilidad es imposible que puedan ser trasladados por el personal del centro o por sus propios medios sin ayuda. En ese caso, reconoce que es necesario buscar otras soluciones con la ayuda de bomberos y policía, extinguiendo cuanto antes el fuego o colaborando con ellos para el traslado de los internos a lugares seguros en el interior del edificio o con su evacuación.

En total se evacuó a sesenta residentes que se encontraban en las dos plantas teóricamente afectadas por el fuego y se tardó un total de diez minutos y 45 segundos, un tiempo que "está bastante bien" a juicio del director del centro, teniendo en cuenta las características de los internos. A esto hay que sumar a 15 miembros del personal del centro de la tercera edad.

El único fallo detectado en todo el proceso fue el del punto de encuentro, que en el plan de emergencias estaba situado en un lateral del edificio pero los internos decidieron quedarse en el exterior de la entrada del edificio, algo que tendrá que corregirse.

"Funcionó bien"

Por el resto, Solla destacó que los protocolos funcionaron a la perfección tras la llamada activando la emergencia al 112 que movilizó a la Policía Local hasta la zona. También se llamó a los bomberos, aunque según el director, estos "no quisieron colaborar" y no se trasladaron los equipos a la zona, tan solo varios mandos como observadores y evaluadores del proceso. En definitiva, en plan de seguridad, en general, "funcionó bien con la evacuación de todo el personal hacia los sectores seguros".

También hubo alguna anécdota, como la de una residente que prefirió quedarse en el hall una vez evacuada del edificio al enterarse de que era un simulacro, negándose a salir al exterior del edificio.