La empresa Copasa ponía en marcha recientemente los trabajos de conservación de la carretera N-550 entre Pontevedra y Caldas, concentrándose actualmente en el tramo de Barro, recortando la maleza de los arcenes del vial. Por eso, desde la compañía solicitaba la autorización administrativa para la realización del citado tratamiento herbicida con productos fitosanitarios.

Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, Anova Terra denunciaba públicamente la solicitud realizada a varios municipios de la provincia para la aplicación de productos fitosanitarios y que consiste en la fumigación de los bordes de la carretera con herbicidas. Desde el colectivo medioambiental criticaban concretamente el uso del glifosato, cuestionado por la OMS y que en algunos países ya han tomado la decisión de prohibirlo por los efectos que pueden producir sobre la salud de personas, animales y la fauna y su sospecha de que puede producir efectos cancerígenos.