Jesús amó con corazón humano y son la piedad, la mansedumbre y la entrega a los demás la forma en la que se perpetúa su legado. Es el mensaje que los jesuitas divulgaron por España, Filipinas y América y que cada mes de junio recuerdan los fieles en la festividad del Sagrado Corazón.

Ésta se celebra desde finales del siglo XIX el viernes posterior al segundo domingo de Pentecostés. Los fieles capitalinos la renovaron ayer con diversos actos que incluyeron de mañana una eucaristía. El oficio religioso dio paso a la exposición del Santísimo, que visitaron decenas de devotos a lo largo de la jornada.

Ya de tarde, el templo que erigieron los jesuitas en el centro histórico sirvió de escenario para el oficio religioso solemne, al que siguió la procesión que recordó que toda la humanidad está incluida en el corazón de Jesús y que el motor que mueve a la Iglesia no es otro que el amor.

"Chucurruchú", el domingo

Tras el desfile religioso del Sagrado Corazón, la siguiente cita de los fieles capitalinos será la tradicional procesión del Chucurruchú. Se celebrará el próximo domingo, en la octava del Corpus, y como todos los años pares saldrá de la basílica de Santa María.

En este desfile el Gremio de Mareantes, la agrupación penitencial más antigua de la ciudad, renovará una de sus más antiguas tradiciones. Cuatro de sus socios portarán el palio en esta procesión que es una "réplica" en pequeño del Corpus celebrado el pasado domingo y en el que ocho imágenes acompañaron al Santísimo en su recorrido por las calles.

Además del palio, en el "Chucurruchú" los representantes del Gremio de Mareantes portan los cetros de San Miguel, el Teucro y el Santísimo.