Resistencia, equilibrio y más resistencia. Los "gladiadores" fueron puestos a prueba en Pontevedra en una competición solo para valientes y con un gran espíritu de superación, pero sobre todo para deportistas con mucho sentido del humor en la II Gladiator Race de Pontevedra. Y es que a pesar de la dureza de la prueba, que aumentaba el número de obstáculos y de escenarios con respecto a la primera edición, reinó el compañerismo, la cordialidad, con un ambiente de sana competición.

VER GALERÍA - Participantes en la Gladiator Race. // Rafa Vázquez

Desde las 10 de la mañana fueron saliendo por turnos desde los terrenos de Tafisa los 2.600 participantes, siendo a la 13 horas el turno de los niños, y continuando hasta las 19.45 horas que salía el último grupo. Los "gladiadiores" recorrieron 33 obstáculos como pirámides, paredes verticales, toboganes, pasando sobre el barro, arrastrando ruedas o saltando sobre hogueras. Pero sin duda, las que más pusieron a prueba las habilidades de los participantes por su complicación fueron las de agua como las "zamburguesas". Dentro de las novedades, los "gladiadores" probaron el "Mont Blanc", como se conoce a la espectacular estructura sobre la que los participantes debieron ir reptando a seis metros de altura