La Xunta de Galicia puso en marcha en junio de 2011 el diseño de la denominada variante de Alba, un vial que uniría las carreteras de Vilagarcía (la PO-531) y la de Santiago (N-550) como alternativa a la PO-225, un angosto y sinuoso recorrido que cruza bajo la vía del tren. Al cumplirse cinco años desde la adjudicación de aquel proyecto y sin avance alguno desde entonces, el PP apuesta ahora por mejorar la seguridad vial de la propia PO-225, un tramo que recorren cada año miles de peregrinos ya que forma parte del Camiño Portugués a Compostela y que la asociación de amigos de esta ruta denuncia como "punto negro" desde hace años.

Jacobo Moreira anunció ayer que el Parlamento gallego debate hoy en comisión una propuesta para que la Xunta incluye la mejora de ese recorrido en su Plan de Sendas de Galicia, un anuncio que el gobierno local ya interpreta como la "confirmación de que la variante de Alba queda totalmente descartada". El hecho de que el PP reclame a la Xunta la ejecución de un sendero para peregrinos en San Caetano, paralelo a la PO-225 hace pensar que ya existe algún proyecto al respecto, si bien Moreira aseguró ayer que "desconoce si lo hay o no", pero también negó que su demanda sea un "tirón de orejas" a la consellería. Simplemente insiste en que "se trata de un punto negro del Camiño de Santiago que debemos erradicar porque en el lugar apenas existen aceras, lo que supone un serio peligro para los peregrinos que a diario transitan por esa zona". Ese lugar no solo es peligroso para los peatones, sino también para los camiones, ya que el túnel bajo la vía del tren no cuenta con gálibo suficiente para vehículos de excesiva altura, lo que ha provocado que un notable número de ellos quedara "encajado" bajo ese puente. Estas dos razones fueron las que llevaron al Concello, hace años, a plantear a la Xunta la ejecución de una carretera alternativa para enlazar la PO-531 con la N-550. Se trataba de un vial convencional, con un carril en cada sentido y con espacio para peatones, además de salvar el angosto paso bajo el tren. Como recordó ayer el alcalde, Miguel Fernández Lores, la Xunta llegó a plantear un diseño "tipo autovía", pero tras encargar la redacción de un estudio de alternativas en 2011, el asunto quedó en suspenso. Por eso, la propuesta actual del PP de mejorar la PO-225 y no pensar en un nuevo trazado lleva a Lores a pensar que la variante "queda descartada".