Tres notarios, un representante de una entidad bancaria y una funcionaria del Instituto Galego da Vivenda e Solo se ocuparon de tramitar ayer la documentación necesaria para que los 16 propietarios saliesen de las oficinas en Campolongo con las llaves de sus pisos. El primero de ellos, a las 10.30 horas.

En una reunión conjunta en la sala de juntas fueron informados de que tienen un plazo de un mes para mudarse y de otros dos para modificar la referencia catastral, que actualmente figura conjunta.

Las hipotecas que firmaron se regirán por el euríbor más un diferencial del 1,25 por ciento. La revisión se llevará a cabo cada doce meses cada 1 de junio. En este sentido, se les recalcó que la responsabilidad hipotecaria cobra significado en caso de impago en el préstamo, un supuesto que supondría subasta judicial.

La vivienda será de promoción pública por 30 años e implica la contratación de un seguro del hogar y otro de vida.

Entre otras cuestiones, los propietarios se comprometen a mantener los pisos en correcto estado y a usarlos como única vivienda. Tampoco podrán falsear datos de la unidad familiar ni faltar en los pagos de las cuotas.

A cada comprador se les entregaron ayer una copia de la hipoteca, otra de la licencia de primera ocupación y un manual con el certificado de eficiencia energética.