El 7 de marzo de 2017, esa es la fecha en la que el clan de "los Morones" dejarán de dirigir el mercadillo ambulante de Barro. Así lo acordó la corporación municipal de Barro en sesión plenaria. Los principales cabecillas de este clan, Sinaí Giménez y su padre Olegario, se encuentran en prisión el primero, mientras que el segundo está en arresto domiciliario debido a su estado de salud. Ambos, junto con otros familiares, están acusados de los presuntos delitos de organización criminal, extorsión, coacciones o amenazas, contra la Seguridad Social y blanqueo de capitales.

El gobierno local, formado por BNG y PSOE anunció su intención de que sea el Concello quien gestione de forma directa el mercadillo, una vez que expire la concesión firmada por el anterior gobierno.

El alcalde, el nacionalista Xosé Luis Abraldes, anunció la no renovación y la justificó como "una decisión política"al entender que a los Morones el anterior alcalde del PP no hacía cumplir los acuerdos del contrato a los Morones, como era el caso de la relación de vendedores o si estaban al día en sus obligaciones fiscales y Seguridad Social, unos detalles que por otra parte, están siendo investigados en un expediente iniciado por el Concello de Barro.

Para el bipartito, la única garantía de que este mercadillo sea legal es que la gestión sea municipal y para ello se han marcado un plazo de nueve meses, hasta marzo del próximo año cuando finaliza la concesión.