En la sesión celebrada a puerta cerrada, la presidenta de la Diputación lamentó tanto los incidentes ocurridos en el pleno de ayer como las amenazas sufridas previamente por los diputados nacionalistas, "inadmisibles en un estado de derecho", dijo. Expresó a los afectados el apoyo "de todos los diputados del gobierno provincial y estoy segura que de toda la población que cree en la democracia".

Explicó que lo que está haciendo el gobierno de la Diputación en este conflicto es "romper con los privilegios" que tenían los trabajadores del parque de Maquinarias con el anterior presidente provincial, Rafael Louzán, que según el nuevo ejecutivo utilizaba a estos operarios y a este servicio público para beneficiar o premiar a los alcaldes y municipios gobernados por el Partido Popular.

Alfonso Rueda

Posteriormente instó al presidente provincial del PP, Alfonso Rueda a "mandar parar" esta actitud del grupo de la oposición provincial que le ha llevado a suspender casi todos los plenos de esta legislatura. Carmela Silva calificó la actitud de los diputados del PP de "kale borroka", ya que se comportan "como "auténticos Jarrais", en alusión a la organización radical vasca.

Por su parte, la portavoz del PP, Nidia Arévalo, ha responsabilizado de este conflicto laboral a la "parálisis" que aprecian en el gobierno provincial y ha instado al vicepresidente de la Diputación, el nacionalista César Mosquera, a que rectifique sus declaraciones en las que vinculaba al PP con la mafia o "vamos a tomar medidas", advirtió.

Tras condenar las amenazas sufridas por Mosquera y Benítez, criticó que el nuevo gobierno provincial haya creado en solo diez meses un conflicto laboral en este servicio que no sufrió ningún gobierno provincial anterior. Rechazó la medida de aplicar a estos trabajadores un horario de 8.00 a 15.00 horas, porque "no es operativo", entiende Arévalo.