El viejo cuartel de la Guardia Civil estuvo en servicio más de sesenta años, desde la década de los años cuarenta del siglo pasado, hasta 2006, cuando se cerró para trasladar el servicio a la actual Comandancia. Entonces se emprendió un proceso de recalificación que quedó paralizado en 2010, cuando ya existía un diseño para un nuevo edificio de viviendas y oficinas.

El asunto ya procedía de un protocolo firmado en 2001 entre los ayuntamientos de Pontevedra y Poio y la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de la Seguridad del Estado (GIESE). El edificio del viejo cuartel de la Guardia Civil fue construido en 1945. El solar tiene una superficie de 1.846 metros cuadrados. La superficie construida es de 4.482 metros, repartidos entre los 2.475 de la casa-cuartel y 2.065 metros cuadrados de las oficinas y dependencias oficiales. La recalificación planteada en su día mantenía exactamente la misma edificabilidad y con el mismo reparto.

Se establecía la creación de una plaza pública de más de 500 metros cuadrados y el Concello obtendría la cesión de un local de 200 metros cuadrados, con fachada a una nueva calle desde Casimiro Gómez. El edificio resultante de esta modificación urbanística tendría una forma de "ele" ligeramente abierta. Sería escalonado y, siguiendo la pendiente del terreno, dispondría de bajo más dos pisos hacia Casimiro Gómez y bajo más cinco plantas hacia Loureiro Crespo, calle en la que contaría también con un ático retranqueado. Los pisos bajo y primero serán para usos terciarios y el resto para residencial. También se apuntaba la posibilidad de crear un aparcamiento subterráneo para las plazas de garaje y de otro tipo.