Las aulas de tercero de Primaria de numerosos centros escolares de la comarca vieron ayer reducido considerablemente su número habitual de alumnos. El motivo no fue otro que los exámenes de la famosa reválida. Las pruebas, que comenzaron con los cuestionarios sobre comprensión lingüística en Castellano y Matemáticas, terminarán hoy con los de Gallego y, de nuevo, Matemáticas.

Desde la Plataforma Galega Polo Ensino Público, Xacobe Rodríguez cifró en más de un 60 por ciento la ausencia de estudiantes de tercer curso en las clases. Por el contrario, desde la Consellería de Educación se informó de que el 60 por ciento del alumnado había acudido a los centros gallegos con normalidad.

"Hubo centros en los que, por ejemplo el CEIP Marcos da Portela, solo asistió a los exámenes un alumno de 50. En el de Pontesampaio fueron cinco de 18 y en el de Barcelos 14 de 42", asegura Rodríguez.

El portavoz de la plataforma hace hincapié en que, según los datos que manejan, ha habido un repunte importante respecto a los exámenes del otro día, de sexto curso. "Otra vez las familias han demostrado su oposición a las pruebas y han tenido que hacer frente a unos días con los niños en casa. A pesar de la calma a la que apela la Xunta, los padres saben que detrás de la reválida hay un apoyo a la LOMCE y un sistema educativo y una escuela como la de nuestros abuelos, en los que estudiaban los que tenían más apoyos, más medios".

Además, critica que el modelo de examen sea igual para todas las comunidades autónomas: "la experiencia vital, el conocimiento y las oportunidades son distintas, pero volvemos al centralismo de Madrid".

Por su parte, Rogelio Carballo, presidente de la Federación de Anpas de Pontevedra, quiso enviar el mensaje de que "la mayoría aplastante de padres y madres no estamos de acuerdo con la reválida tal y como está planteada en la Lomce". "No queremos entrar en una guerra de cifras, pero son muchos los padres que no comparten que se realicen estos exámenes; es muy difícil encontrar uno que te diga lo contrario", manifiesta.

"Una crueldad"

También desde la perspectiva del profesorado son muchas las voces que se alzan críticas contra las pruebas de reválida. "Para mí es cruel es someter a los niños a esta situación de nervios", asegura una profesora de Primaria de un céntrico colegio de Pontevedra que prefiere no hacer público su nombre.

"Como profesora, me parece una aberración. Llevo 37 años dando clase y lo importante es la evaluación continua; la realidad no son estos exámenes", critica.

La maestra informa de que lleva todo el curso preparando a sus alumnos para hacer frente a las pruebas, "pero estas incluyen conocimientos que no deberían estar dando en tercero de Primaria, como las fracciones".

"Esta mañana (por ayer) llegaron varios tarde a clase porque durmieron mal. Los notas nerviosos", se lamenta.