El sentido del humor de Sabino Torres quedó patente en muchas de las iniciativas en las que tomaba parte. Una de ellas pasará a la historia en forma de celuloide. Se trata del cortometraje en blanco y negro "La gran truchada", una cinta de poco más de siete minutos en la que el editor y escritor da vida a un hombre aficionado a la pesca. Fue rodada en 1959 emulando a las películas antiguas, de modo que se le puede ver con un grupo de amigos en su Pontevedra natal a los que cuanta sus experiencias con la pesca, así como las aventuras que vive durante esa jornada, con gestos exagerados y buen humor.