El accidente mortal que el pasado fin de semana se cobraba la vida de un vecino de la parroquia de Ardán en la variante de Marín provocó una reacción de protestas en este municipio y otros limítrofes que reclaman medidas de seguridad para una carretera que en los últimos días recibió calificativos como el de "infraestructura letal" ante la reiteración de accidentes. Los datos que maneja la Jefatura Provincial de Tráfico demuestran que, efectivamente, en este vial el número de siniestros es realmente elevado. Solo en lo que va de año contabiliza, según la DGT, un total de 14 accidentes que dejan un trágico balance de un fallecido y 11 heridos. De estos, cuatro de ellos eran de carácter grave al requerir una hospitalización superior a 24 horas y siete precisaron asistencia en un centro sanitario pero recibieron el alta en ese mismo día.

Esta elevada siniestralidad y el clamor vecinal ante esta reiteración de accidentes no han pasado desapercibidos para la Jefatura Provincial de Tráfico de Pontevedra desde donde se explica que se está analizando esta accidentalidad, así como la tipología de los siniestros para "someter a estudio, conjuntamente con el titular de la vía, posibles medidas a adoptar para incrementar los niveles de seguridad". La responsable de este vial es la Xunta de Galicia, que todavía no ha emitido una valoración sobre la elevada accidentalidad que presenta últimamente la variante marinense.

Vigilancia permanente

En cualquier caso, desde la DGT en Pontevedra recuerdan que esta VG-4.4, o comúnmente bautizada como variante de Marín, "prácticamente en su integridad está incluida entre los tramos de carreteras convencionales que, por razón de su siniestralidad, están sometidas a un a mayor vigilancia y control de tráfico".

Analizando la tipología de los últimos siniestros, Tráfico ha concluido que la totalidad de los accidentes se han registrado en tramos curvos, en horario diurno, siendo la colisión y las salidas de vías los tipos de siniestro ocurridos. Una velocidad inadecuada (que no tiene por qué ser excesiva, sino circular dentro de los límites pero sin ajustarse a las condiciones de la vía, la climatología, el vehículo o el conductor) se encuentra como factor "mayoritariamente concurrente" en estos siniestros.

Datos históricos

Si bien estos últimos meses han sido especialmente trágicos en la VG-4.4, la elevada siniestralidad en esta carretera no es nada nuevo y ya motivó un debate en el seno del Parlamento gallego en 2014 a instancias del BNG. La variante entró en funcionamiento de forma completa en agosto de 2012, puesto que desde 2006 y hasta esa fecha solo se podía circular entre Ardán y O Regueiriño y fue entonces cuando se completó el trazado hasta Lourizán. En esos primeros cinco meses escasos de funcionamiento el vial ya sumó 9 accidentes con 14 heridos y en 2013 la cifra se elevó a 15 siniestros, con 25 heridos. La hemeroteca también permite confirmar que en 2014 sumó otra víctima mortal, un vecino de la localidad de Bueu.

Otro dato a tener en cuenta es la gravedad de algunos de los siniestros que se producen. Y es que según los datos de tráfico, de los 14 accidentes que se produjeron, un total de 6 fueron los que registraron víctimas. Teniendo en cuenta que fueron once heridos y un fallecido, la lesividad en estos siniestros parece bastante elevada.

La Federación de Vecinos Ría de Marín, que agrupa a 14 colectivos del municipio, ha decidido mover ficha y solicitar reuniones con la Xunta para intentar poner freno a la elevada siniestralidad en esta carretera. También colectivos como "Stop accidentes" anunciaron que intentarán analizar con la Xunta que medidas se pueden adoptar para tratar de que descienda el número de accidentes en la variante. La presidenta de este colectivo, Jeanne Picard, recordaba que este tipo de vías (las antiguamente mal llamadas vías rápidas) son algunas de las que presentan un mayor problema en cuanto a peligrosidad. En declaraciones a FARO, Picard señalaba recientemente que "este tipo de carretera, planteadas como una vía rápida pero a veces con solo un carril por sentido de circulación y sin medianera, son las infraestructuras más letales que pueden existir", afirma la portavoz de Stop Accidentes. "Las presentan como vías de altas prestaciones cuando en realidad son una carretera normal con apariencia de autovía que te incita a ir más rápido, y eso es lo más peligroso que puede haber". Por eso, colectivos como Marea Veciñal de Marín plantea que se adopten medidas como el desdoblamiento de esta variante o la instalación de medianeras para separar los carriles de la circulación. Otros colectivos, como Montes do Morrazo, rechaza el desdoblamiento al considerar que no resolvería el problema de siniestralidad.