La ampliación del actual hospital, que Vázquez Almuiña bautizó en su día como "Gran Montecelo" se diseña en un lateral del edificio actual, siguiendo la linea de la carretera que discurre ante el complejo en dirección a Príncipe Felipe. El Sergas asumiría las expropiaciones, la ejecución del edificio y la tramitación del proyecto sectorial y el plan funcional, mientras que el Concello se haría cargo de los cuatro millones en metálico y los servicios y accesos.

En 2005, rectificado en 2009, la Diputación Provincial también participaba en el convenio y todo apunta a que en este nuevo proceso, idéntico al anterior pero con diez años de retraso, esa institución también estará implicada toda vez que la futura ronda urbana, cuyo primer tramo ejecutará la Diputación, se perfila como el principal acceso al complejo.

La pretensión del Sergas es que el tránsito principal acceda por ese vial, aún sin ejecutar, y la mayor parte de la red viaria actual se considera "red interna" y de uso casi exclusivo sanitario, si bien se alertó ayer de que las entradas al instituto Carlos Oroza y al pabellón de Príncipe Felipe debería utilizar también esa red interior.

En la actualidad la ronda urbana solo tiene diseñado un tramo de un kilómetro desde O Marco hasta San Mauro, en la carretera de Ponte Caldelas. Adjudicada y a punto de comenzar las obras, desembocará al pie del cruce que conduce desde ese punto hasta Montecelo, pero no hay plan alguno para su prolongación hasta la cima de los terrenos hospitalarios.

En todo caso, sí existe un posible trazado que sería necesario modificar ya que invade en parte los terrenos elegidos por el Sergas para la ampliación del hospital. Tal y como apuntó hace un par de semanas el conselleiro, el nuevo edificio se destinaría a enfermos agudos y el actual quedaría para asistencia ambulatoria.