La DGT detecta un total de 9 "puntos negros" en cuanto a accidentalidad en la comarca de Pontevedra de los 32 que identifica en toda la provincia, según los últimos datos actualizados en su página web. Se trata de 8 viales que suman una elevada accidentalidad con un total de 36 accidentes en un año. No se buscan los accidentes de mayor gravedad, sino la reiteración de los siniestros. Así, estos puntos negros no dejaron ninguna víctima mortal, pero sí un total de 52 heridos.

Los cálculos realizados en función de la accidentalidad y el número de heridos en un determinado tramo de carretera permiten identificar, por ejemplo, dos tramos problemáticos en la AP-9 a su paso por la comarca. Uno en el kilómetro 109 a su paso por Caldas y otro en el 146 en Vilaboa. Los dos suman nueve heridos y el principal problema en ambos son las salidas de vía por lo que hay que tener especial cuidado con la velocidad y más en condiciones adversas.

La Nacional 550 es otro de los viales que suma una mayor accidentalidad en la provincia y contabiliza dos de estos "puntos negros". Solo uno de ellos está en la comarca, en Salcedo, en donde tres siniestros dejaron cinco heridos. En este caso la mayoría de los siniestros se producen por colisión.

La autovía de Marín, la PO-11, también es otro de los puntos conflictivos con cinco personas heridas. La carretera PO-551 entre Marín y Cangas, la PO-550 entre Cambados y Vilalonga, la PO-504 entre Sanxenxo y Vilalonga, así como la PO-316 en A Lanzada también aparecen entre los viales conflictivos de la comarca.

Por último, cabe señalar la presencia en esta lista de la PO-531 entre Pontevedra y Vilagarcía. El tramo calificado por la DGT como "punto negro" está en el kilómetro 8, la denominada como curva de Curro. Los tres accidentes que se produjeron en este punto durante el periodo analizado (el año 2014) sumaron un total de cinco siniestros, dos por colisión y dos por salidas de vía con un balance de siete heridos.

La A-55, la más peligrosa

El vial más problemático de la provincia es, sin duda, la autovía A-55 entre Vigo y Porriño con 13 tramos con una accidentalidad que se sitúa por encima de lo habitual. De hecho, uno de estos tramos sumó la friolera de 45 accidentes y 65 heridos. Tiene una longitud de apenas 300 metros y comienza a partir del punto kilométrico 11,9.

A nivel provincial, la principal problemática en estos puntos negros son las salidas de vía, que suman más de un centenar de accidentes en estos tramos de más peligrosos de la red viaria pontevedresa.