El colectivo de vendedores ambulantes rechazó ayer de plano el lugar elegido por el gobierno local para ubicar, al menos a modo de prueba y por un único día, la feria del próximo día 21. Se trataba de parte de las calles y espacios de la urbanización de los antiguos terrenos de Tafisa, que los vendedores visitaron con el concejal de Mercados, Vicente García Legísima y descartaron desde el principio ya que "no se fían" de que esa prueba fuera provisional.

Legísima insistió en que este traslado no es definitivo, sino a modo de experimento y viene obligado en esa jornada por las pruebas de triatlón que se desarrollan el próximo fin de semana a orillas del río, que obliga a cortar la calle Rafael Areses, escenario habitual del mercadillo. Pero al ser desestimado por los ambulantes, se mantiene la ubicación habitual, en Rafael Areses, lo que lleva a anular el experimento del día 21 y la propia feria de esa jornada, que no se celebrará.

Regreso al centro

Los vendedores reclaman desde hace tiempo su regreso al centro urbano y las últimas propuestas que pusieron sobre la mesa son la plaza de Barcelos (donde se ubicaban hace años) y la Alameda y el paseo de Montero Ríos, emplazamientos que Legísima descarta por razones operativas en cuanto a tráfico y limpieza, las mismas que se esgrimen para rechazar el entorno del Mercado, como propone Marea, si bien en este último caso se añade otra razón, la falta de espacio.

La única alternativa de traslado que manejaba el gobierno local es la nueva urbanización de Tafisa, en concreto el paseo peatonal central y una plaza próxima a la rotonda de José Malvar. El edil disponía de un croquis de posible reparto de los vendedores a lo largo de esa explanada, con la posibilidad de aparcar sus furgonetas junto a sus puestos, algo que no se admitiría en otros emplazamientos. Estas explicaciones son las que ofreció ayer el edil a los vendedores asistente pero todo ha quedado en "papel mojado".

Ya en 2010 se realizó un pequeño cambio en la ubicación, al retirar la feria de las explanadas superiores de A Xunqueira para colocarla en la colindante calle Rafael Areses. Desde entonces la cifra de puestos se vio reducida y apenas acuden unos 60 vendedores por lo que no se descarta un posible sorteo de los treinta puestos vacantes.