Los centros escolares de Pontevedra, al igual que los del resto de Galicia, comenzaron ayer los tres días de exámenes finales de reválida para alumnos de sexto curso de Primaria, de 10 y 11 años de edad. Aunque la jornada transcurrió con normalidad, el balance sobre asistencia difiere sensiblemente si los datos son aportados por la Consellería de Educación o si lo hace la Plataforma Galega pola Defensa do Ensino Público, contraria a este tipo de pruebas y a la LOMCE en general.

Mientras que desde la Xunta se informó de que en general el 90 por ciento de los centros y el 60 por ciento del alumnado de sexto curso habían participado en la primera jornada de evaluación final de Primaria, que se establece por primera vez este año, desde la Plataforma Galega pola Defensa do Ensino Público se especifican que las cifras varían mucho dependiendo de la zona. En el caso de la ciudad de Pontevedra, cifran en más de un 50 por ciento la abstención y, a nivel gallego, en un 80 por ciento. "En Pontevedra difiere mucho si se trata del centro o del rural. En el CEIP de Lérez faltaron todos los alumnos y en el San Martiño de Salcedo solo fueron cuatro niños a clase, en el Marcos da Portela faltaron 20 niños de 25....", aseguró Xacobe Rodríguez, portavoz de la plataforma, que también destaca otros centros en los que la mayoría de los chavales se examinaron, como el CEIP Barcelos.

El porcentaje superior de abstención del 50 también se produjo en Ponte Caldelas y Caldas, según la plataforma.

"En cualquier caso, si se cogen los datos de la Xunta, hay que destacar que hubo un 10 por ciento de los centros en los que no fue ningún alumno a hacer los exámenes", puntualiza Rodríguez, que añade "que hay muchos centros en los que solo fue un niño, dos... y ese colegio ya cuenta como uno en el que se realizaron las pruebas".

"Desde la plataforma felicitamos a los padres y madres que apoyaron el boicot porque al fin y al cabo se trata de un problema de conciliación importante, ya que son tres días de exámenes. No se trata tanto de hacer pasar estrés al niño, que también, por saber pelear y plantarse contra esta ley, que no deja de ser una ley que nos lleva a una época pasada", considera.

La Plataforma Galega pola Defensa do Ensino Público recuerda que ya el año pasado el seguimiento "fue importante". "Este año las ANPAs nos llamaron para que les explicásemos y eso que la Consellería de Educación envió circulares diciendo a los padres que no debían preocuparse", afirma Xacobe Rodríguez.

Entre las críticas que recibe la reválida, que también examinará a los niños de tercer curso los próximos días 24 y 25, figura el hecho de que sea una forma de evaluación del nivel de los centros escolares. "La Administración tiene sistemas de sobra para conocer el nivel de los colegios, como para hacer estas pruebas. Además de los exámenes, hay que tener en cuenta la evaluación continua y la opinión del profesor n, no solo lo que se memoriza y lo que aparece en el currículum", subraya el portavoz de la plataforma por la enseñanza pública.