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Preparados para el relevo

Hermanos y otros familiares de personas con discapacidad intelectual participan en un encuentro en la Asociación Juan XXIII

Algunos de los participantes en la reunión que tuvo lugar ayer en la asociación. // Rafa Vázquez

La Asociación Juan XXIII celebró ayer una reunión destinada a hermanos y cuñados de personas con discapacidad intelectual con el fin de proporcionar un lugar de encuentro y de reflexión en el que se debatió sobre el presente y el futuro de las relaciones familiares.

No es la primera vez que la asociación trabaja el tema del relevo generacional, asegura su gerente, Nuria Luque, que destaca que el encuentro de ayer ha sido el inicio de un programa sobre apoyo a hermanos de personas con discapacidad.

Cayetana Cobián y Teresa Lagos, psicólogas, serán las encargadas de formar a familiares de usuarios del colectivo. "Nosotros aquí, además de atender a las necesidades de las personas con discapacidad, atendemos a las de sus familias", recuerda Luque.

La gerente señala que se encuentran con muchos casos en los que los padres son los que no quieren implicar a los hermanos en esta atención, "porque no quieren que asuman esa responsabilidad; tienen la idea en la cabeza de que mientras ellos estén en plenas capacidades no tienen por qué preocupar a otros familiares del entorno". "Pero los hermanos no quieren eso, sino todo lo contrario. Ellos quieren implicarse, porque saben que en el futuro se va a dar una situación en la que van a asumir un cargo con esa persona con discapacidad. Quieren hacerlo con tiempo, formarse, empezar a participar también en las decisiones que se toman, que sean las mejores para su futuro", explica.

Con el fin de cambiar esa mentalidad reacia de los padres a delegar, tuvo lugar la jornada de ayer, "para que entre los mismos hermanos intercambien experiencias y situaciones con las que se encuentran en el día a día".

En este sentido, fueron informados sobre las conclusiones de encuentros similares realizados a través de la federación Fademga por la inclusión social.

Además, la Asociación Juan XXIII adquirió el compromiso con los participantes de crear un grupo para que se conozcan entre ellos. A través de esta particular "familia" se abordarán situaciones que suelen centrar sus preocupaciones, como el envejecimiento, "ya que tienen un envejecimiento prematuro"; la autonomía personal, "para que sean lo más independientes posible", o el duelo, "una de las cuestiones que más interesan de cara a ejercer el papel de futuro tutor".

"Es un foro de convivencia, pero también de intercambio de preocupaciones", indica Nuria Luque.

Respecto a las personas con discapacidad, destaca que "están encantados de que sus hermanos estén a su cargo". "Ellos son muy receptivos a esa participación de la familia".

Entre los tópicos sobre esta temática, figura el de que las mujeres son mejores cuidadoras que los hombres. "Hay muchos mitos sobre esto. Las personas con discapacidad no son enfermos, ni son eternos niños... vamos rompiendo con ellos", concluye la gerente de la Asociación Juan XXIII.

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