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La Biblioteca se pone a punto

La cubierta del edificio está siendo impermeabilizada para terminar con los problemas de goteras que acusa

Operarios trabajando en la cubierta. // Gustavo Santos

La Biblioteca Pública Antonio Odriozola está de obras estos días. Los trabajos, que no han afectado a su normal funcionamiento y que mantienen las instalaciones abiertas al público, consisten en un tratamiento contra humedades que supondrá la impermeabilización de las cubiertas y de su terraza. Se trata de una de las actuaciones que han sido aprobadas para este año por parte del Ministerio de Cultura, administración que ejerce la titularidad compartida de la biblioteca con la Xunta. El importe total de la adjudicación para todos los trabajos es de 237.659 euros. Todos ellos forman parte del informe sobre las condiciones del edificio que la dirección del centro remitió a principios de 2015 a la Xunta, que, a su vez, informó al Gobierno central.

Para llevar a cabo la impermeabilización, los operarios aplicarán una capa de poliurea "para no tocar las uralitas", explica la directora de la biblioteca, Pilar Fernández, que añade que, una vez realizado este paso, se procederá al pintado de las partes afectadas por las humedades. Con esto se pondrá fin a las goteras que había en el edificio. "Las cubiertas son antiguas y se hacía necesario. Estos días se está limpiando para después aplicar el tratamiento adecuado aprovechando el buen tiempo, por lo que se espera terminar en unos diez días", indica Fernández.

Tras este trabajo, la dirección cuenta con comenzar la adecuación de la sala de calderas para otros usos, ya que en la actualidad, al disponer de climatizadores de frío y calor, ya no se utiliza.

Otras de las actuaciones previstas a través de esta partida del Ministerio de Cultura ya han sido terminadas. Una de ellas ha sido la instalación de nuevas arquetas y tuberías para conectar la salida de fecales al exterior. También se dotó a las barandillas de las escalaras de una protección de cristal, especialmente pensada para evitar sustos con el público infantil.

Asimismo, se sustituyeron luminarias del "hall" por leds, una medida que "supone un ahorro económico en energía y que ha supuesto más luminosidad para la entrada de la biblioteca", asegura su directora. En esta línea, también se procedió al pintado de esta parte del edificio.

Por otro lado, la Consellería de Cultura ya ha dado el visto bueno para dotar al edificio de un nuevo ascensor y cambiar la puerta principal de entrada de cristal por otra de tipo automático. El inmueble, construido por la empresa José Malvar, fue inaugurado en el año 1987.

La actual dirección de la biblioteca recuerda que hace tiempo que el edificio se ha quedado pequeño para dar servicio a la población de Pontevedra y sus alrededores, aunque también es consciente de que la petición de uno nuevo no se hará realidad por el momento. "Mientras tanto, ya tenemos listas las peticiones para un segundo plan de actuaciones", anuncia Pilar Fernández.

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