La Xunta de Galicia quiere rehabilitar el deteriorado Pazo de Lourizán con dinero aportado por Ence. Así lo desveló ayer el vicepresidente del ejecutivo autonómico, Alfonso Rueda, quien visitó las instalaciones del Centro de Investigación Forestal de Lourizán, y señaló que las conversaciones entre la Xunta y Ence están muy avanzadas y que la empresa "estaría en disposición" de asumir las inversión necesaria para sacar de la ruina el histórico inmueble que perteneció a Eugenio Montero Ríos.

Alfonso Rueda, quien visitó el centro acompañado del conselleiro de Industria, Francisco Conde; y el delegado territorial de la Xunta, José Manuel Cores Tourís; recordó que, tras la concesión de la prórroga de la concesión a Ence en Lourizán, desde el gobierno autonómico se insistió en que "se le iba a exigir a la empresa un mayor compromiso que fuera más allá" de las mejoras a nivel ambiental y de productividad de la fábrica que ya se recogían en la propia prórroga de la concesión. Tras anunciar la Xunta que la empresa está dispuesta a aportar 15 millones de euros a la ampliación de la EDAR de Placeres, Rueda asegura que esta es una nueva "oportunidad para exigir a Ence" que demuestre ese compromiso. El vicepresidente autonómico aseguró que la empresa pastera asumiría "el grueso" del coste de la recuperación del Pazo, que calificó como "muy cuantioso" debido al estado de abandono en el que se encuentra el edificio. Reconoció que la gran inversión necesaria en un inmueble que muestra un importante grado de deterioro ha provocado que hasta ahora no se haya acometido ninguna actuación para evitar que el Pazo acabe cayendo en la ruina.

En cualquier caso, Rueda recordó que la propiedad del inmueble es de la Diputación, aunque actualmente su gestión y conservación está en manos de la Xunta en virtud de un convenio firmado entre ambas administraciones y que está en vigor hasta el año 2021. Por lo tanto, reconocen que los titulares del edificio deberán dar el visto bueno a este proyecto para rehabilitar Lourizán. "No depende solo de nosotros", matizó. "Esperamos que no tengan ningún problema", explicaba ayer Rueda, en cuanto que "la propia Diputación reconocía hace unos días que eran necesarias las obras pero que debía de ser la Xunta quien las gestionase". "Ahora ponemos esta posible solución sobre la mesa y estamos seguros que la Diputación también estará de acuerdo", señaló, a pesar de ser consciente de que el gobierno del ente provincial mantiene una postura contraria a la continuidad de Ence en la ría. "La obligación de las administraciones es obtener recursos para que se hagan cosas", dijo el vicepresidente de la Xunta, y "salvo que la Diputación tenga otra solución a nosotros esto nos parece una magnífica idea que soluciona un problema que estaba aquí y que afecta a una magnífica joya que se está deteriorando". Rueda explicó que las negociaciones con Ence están avanzadas y que esperan poder cerrar el acuerdo "a corto plazo" dado que la situación de deterioro del edificio así lo exige.

Futuros usos para I+D

En cuanto al futuro del edificio y sus usos, Rueda explicó que también será necesario cerrar "entre todos" un acuerdo al respecto. Explica que "Ence tiene muchas instalaciones de I+D que también podría centralizar en esta zona" y resaltó que "al final lo que se busca es generar más actividad económica y más movimiento". "Pontevedra no está para permitirse perder actividad económica y puestos de trabajo", volvió a insistir el número dos del ejecutivo autonómico.