Ni la Alameda, como piden los vendedores, ni el entorno del Mercado, como propone Marea. El mercadillo ambulante de Pontevedra, que cada sábado reúne a poco más de medio centenar de puestos, continuará a orillas del río Lérez, en la calle Rafael Areses, si bien el gobierno local no descarta un posible traslado, pero en el mismo ámbito, en los terrenos de la antigua Tafisa. Así lo explicó ayer el concejal del área, Vicente García Legísima, que mantiene desde hace tiempo diversos contactos y tiene pendiente otra reunión para abordar aspectos como el emplazamiento definitiva y la subasta de los numerosos puestos vacíos.

Los vendedores reclaman desde hace tiempo su regreso al centro urbano y la última propuesta que pusieron sobre la mesa es la Alameda y el paseo de Montero Ríos, un emplazamiento que Legísima descarta por razones operativas en cuanto a tráfico y limpieza, las mismas que se esgrimen para rechazar el entorno del Mercado, como propone Marea, si bien en este último caso se añade otra razón, la falta de espacio, que sí sería suficiente en la Alameda.

La única alternativa de traslado que maneja el gobierno local es la nueva urbanización de Tafisa, en concreto el paseo peatonal central y una plaza próxima a la rotonda de José Malvar. De hecho, el edil dispone de un croquis de posible reparto de los vendedores a lo largo de esa explanada, con la posibilidad de aparcar sus furgonetas junto a sus puestos, algo que no se admitiría en otros emplazamientos. El Concello incluso tiene previsto realizar una prueba de este lugar el próximo 21 de mayo, sábado en el que una prueba deportiva de triatlón obligará a cerrar la calle Rafael Areses.

En lugar de suspender el mercadillo, como ocurre cada vez que su celebración coincide con estos eventos deportivos, se optará por su traslado, si bien el triatlón precisa de un escenario de gran tamaño que incluso incide en los terrenos de Tafisa. En función de cómo resulte esa prueba del 21 de mayo -si finalmente la climatología y otras circunstancias permiten celebrarla- se decidirá qué hacer en el futuro, tras nuevas reuniones con el colectivo.

Ya en 2010 se realizó un pequeño cambio en la ubicación, al retirar la feria de las explanadas superiores de A Xunqueira para colocarla en la colindante calle Rafael Areses. La medida se adoptó con un máximo de 112 ambulantes, ya la mitad de los existentes en 2005, pero el primer día de esta modificación solo acudieron 50, ya que el resto se oponía a las nuevas fechas. Con el tiempo, el debate se diluyó, aunque desde entonces el número de asistentes no ha crecido.

Estos nuevos movimientos en la feria tienen el objetivo de revitalizar una actividad que languidece desde 2006, si bien tampoco parece que se vaya a elaborar a corto plazo una nueva ordenanza, pese a que en el anterior mandato quedó un borrador redactado y Ciudadanos presentó su propia propuesta al respecto que rescate un mercadillo abandonado por más de 140 vendedores ambulantes en la última década. En la actualidad cada sábado solo se instalan en la calle Rafael Areses poco más de cincuenta. Esto supone que desde 2006 hasta ahora la feria local ha perdido más del 70% de sus puestos y ni siquiera acuden todos los feriantes que disponen de autorización. El número actual de vacantes ronda el 30%.