Ningún comprador se interesó ayer por la compra de los dos caballos recogidos el pasado mes de marzo en el campo de fútbol de Salcedo. La subasta de una yegua de 9 años y su potro de apenas un mes, quedó desierta. El precio de salida era de 70 euros. De este modo, los animales pasan a manos de la Xunta, que decidirá su destino, que podría ser el sacrificio.

Los caballos, sin marcas, fueron recogidos en Salcedo y los comuneros vinculan este hecho con los actos de vandalismo registrados el pasado sábado en las plantaciones realizadas en los terrenos recuperados a la Brilat. El presidente de la comunidad de montes, Fernando Pintos, sospecha que se trata de una represalia de propietarios de ganado por las quejas vecinales por los daños que causan los animales.