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Preocupación por la reproducción de estereotipos machistas cada vez "a edades más tempranas"

Expertos en la lucha contra la violencia de género, educadores y Xunta coinciden en la necesidad de combatir esta lacra en la raíz del problema: la parte del iceberg que no se ve

Susana López Abella antes de iniciar su conferencia. // G. Santos

La cena-coloquio organizada por el Rotary Club de Pontevedra en torno a las causas y orígenes de la violencia de género dejó sobre la mesa varias cuestiones de enorme interés en torno a la lucha contra esta lacra como es el incremento de conductas sexistas entre los más jóvenes. La secretaria xeral de Igualdade de la Xunta, Susana López Abella (quien impartió la conferencia a la que siguió un intenso coloquio) fue quien advirtió de que cada vez "se están reproduciendo estereotipos machistas en adolescentes a edades más tempranas".

López Abella destacó que se trata de "algo muy grave", "terrible", dado que estamos ante actitudes que "creíamos focalizadas en ciertas generaciones" que crecieron bajo una "educación patriarcal". En la charla estuvieron presentes docentes y representantes de centros educativos de la ciudad de Pontevedra quienes certificaron el aumento de este tipo de comportamiento entre los estudiantes de la ciudad.

La secretaria xeral de Igualdade señaló que otro de los aspectos más preocupantes tiene que ver con la respuesta que dan las propias adolescentes cuando se les pregunta por conductas reprobables como el hecho de que su novio controle aspectos de su vida como la ropa que viste o con quien se escribe por el Whatsapp:"Lo justifican diciendo que eso demuestra que las quieren", lamentó. Para ello, la directora xeral de la Xunta destacó la puesta en marcha de programas específicos para prevenir el afloramiento de este tipo de comportamientos machistas entre los más jóvenes. Actuaciones no solo dirigidas a los estudiantes, sino también a los educadores y a los padres.

Susana López señaló precisamente a la prevención y la educación como una de las principales armas contra la violencia de género. De hecho, algunas voces desde los centros educativos hicieron hincapié en la necesidad de centrar los esfuerzos en este ámbito, una vez que se han abordado ya el grueso de las reformas necesarias a nivel legislativo y policial para perseguir este tipo de delitos e intentar garantizar, en la medida de lo posible, la protección a las víctimas.

La secretaria xeral de Igualdade echó mano de una representación gráfica realizada por Amnistía Internacional para explicar el alcance de la violencia de género. Se trata de un "iceberg" en el que los asesinatos, las agresiones físicas y sexuales, las amenazas, los gritos y los insultos a las mujeres son solo la punta visible de un gran cascote de hielo que esconde por debajo una gran masa en donde tiene su origen el problema. Estas dos terceras partes del "iceberg" de la violencia de género que no se ven (o no se quieren ver) está compuesta por formas más explícitas de machismo (como las humillaciones, desprecios, desvalorizaciones, el culpabilizar a la mujer, el chantaje emocional o el ignorarla) y otras más sutiles (el control sobre la pareja, el humor, el lenguaje y la publicidad sexista y los micromachismos). Una de las peticiones desde los centros educativos fue, precisamente, apuntar más hacia la prevención entre los jóvenes, precisamente como parte del ataque a esta parte invisible del "iceberg". Desmantelando esta base del cascote de hielo, las consecuencias más terribles, las visibles, "también acabarán cayendo", explicaron.

No faltaron críticas a los medios de comunicación, precisamente, por la falta de control sobre algunos de los contenidos que se emiten, incluidos los publicitarios. Lamentaron que los jóvenes consuman en "prime time" programas y "realities" en los que abundan estos estereotipos sexistas o que "cosifican" a la mujer, como denunció la propia secretaria xeral de Igualdade.

Otra de las principales conclusiones de esta jornada fue la necesidad de que toda la sociedad se implique en la resolución del problema y tome conciencia del mismo. Uno de los objetivos es lograr que las mujeres víctimas de malos tratos pierdan el miedo a denunciar o intentar evitar que se retracten en sus denuncias. Representando a la Fiscalía, el fiscal David de la Fuente introdujo en el debate su preocupación por como la dispensa a no declarar contra sus parejas por parte de las víctimas aboca a la absolución del agresor en muchos casos por falta de pruebas, dado que estos son delitos que se suelen cometer en la intimidad, sin más testigos que la víctima.

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