El arzobispo de Santiago, Julián Barrio Barrio, encabezó ayer la clausura del Máster de Nueva Evangelización organizado por las delegaciones diocesanas de Catequesis, Pastoral de la Salud, Pastoral de Infancia y Juventud, y Apostolado Seglar. Se trata de un programa formativo a cuyas sesiones mensuales acudieron regularmente un centenar de personas, según el balance hecho público por sus responsables.

Julián Barrio impartió la charla "Las obras de misericordia hoy", en la que recordó que la formación y la información que brinda el citado programa están incompletas si no repercuten en un compromiso claro con el prójimo.

Destacó especialmente la importancia del Jubileo de la Misericordia convocado por el Papa Francisco como "reflexión sobre las obras de misericordia y sobre el papel empático y conciliador que deben asumir los cristianos en la sociedad actual", señalan los organizadores.

La verdadera misericordia, explicó el arzobispo, "es aquella que sabe ver en los corazones el camino del crecimiento". También animó a los asistentes a "volcarse en los demás", para contribuir en su desarrollo integral como personas, tanto en su faceta física como espiritual. Al reflexionar sobre el Evangelio, añaden las mismas fuentes, ha remarcado igualmente cómo en nuestros días ""as obras de misericordia son un imperativo ético para la Iglesia". Se refirió especialmente a los refugiados sirios, en el marco de la intensa campaña de la Iglesia para frenar su repatriación.