Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José Luis Adrio: "El túnel no era ningún secreto, toda la familia pasaba por allí hasta que se inundó"

"Es totalmente imposible" que el pasadizo de Andrés Muruais se usase para esconder personas: "Era solo un paso iluminado"

El periodista José Luis Adrio. // Gustavo Santos

Para la familia, explica el periodista José Luis Adrio, no ha sido una sorpresa la aparición del túnel bajo la calle Andrés Muruais. "Para nada", explica, "nosotros lo sabíamos desde siempre, yo era pequeño y ya lo conocía, el túnel no era ningún secreto, de hecho todos los niños de la familia pasábamos por allí hasta que se inundó".

-De modo que emoción, ninguna.

-Ninguna, ya lo sabíamos desde pequeños, todos pasábamos hasta que lo cerraron por el agua, de hecho de vez en cuando iban los bomberos allí a vaciar el agua un poco. Yo lo que si tenía no era la emoción sino que cada vez que había obras pensaba ahora aparece el túnel, y el túnel no apareció nunca hasta ahora.

-¿Cuándo se construyó?

-A mediados o finales de los años veinte, se hizo para comunicar la casa donde vivía mi abuelo, que fue en donde yo me crié también, con el sanatorio. Él quiso hacer un arco como el que hay en el centro histórico, pero no le dejó el Ayuntamiento y optó por hacer el túnel.

-¿Cuánto tiempo estuvo en uso?

-Debió de estar en uso, y no lo puedo asegurar con precisión, pero hasta el año 1943 o 1945 aproximadamente, porque resulta que en el centro tenía un pozo y al no utilizar el túnel (porque mi abuelo estaba ya preso y se dejó de usar) empezó a subir el agua y acabó por inundarse, con lo cual ya no se podía pasar.

-¿Considera que debería taparse?

-Sí, taparlo me parece la mejor opción porque no tiene sentido, ya no está nuestra antigua casa e imagino que quedó cegado cuando la vendió mi madre en los años setenta, ya no tiene ningún sentido, lo que si es una oportunidad para recordar a mi abuelo.

-Usted conoció a su abuelo ¿cómo era don Celestino Poza?

-Era un ser excepcional, extraordinario, según dicen era un gran médico; él era cirujano y tenía su sanatorio a la última, con bomba de cobalto, con radioterapia, los últimos avances que desmantelaron cuando llegó la guerra. A partir de ese momento desmantelaron todo, es más lo que no sabían utilizar lo destrozaron y lo dejaron inservible, lo demás se lo llevaron para otros sanatorios o a saber lo que hicieron, pero deshicieron por completo el sanatorio. Durante la guerra y después en la postguerra desmantelaron el sanatorio, mucho instrumental incluso no sabían ni utilizarlo, aparatos que eran el último avance en medicina, como la radioterapia.

-¿Cómo se produjo la incautación?

-A los pocos días de la sublevación entraron y no solo en el sanatorio sino en las casas de la familia, requisaron todo, incautaron las casas y no dejaron nada, solo dejaron vivir allí y de vez en cuando después volvían a entrar, no me pregunte a qué, pero volvían a registrar.

-¿Los sublevados entraron también por ese túnel?

-No se si entrarían porque yo era apenas un recién nacido pero es fácil que lo usasen para ir de un lado a otro.

-¿Se utilizó para esconder a personas?

-Eso es una coña, una mentira total, ¡pero si mi abuelo, mis tíos y todos estaban detenidos! ¿Dónde iban a esconder los pobres a nadie? Aparte que era imposible esconder a nadie en ese pasadizo, piense que era un túnel con luz eléctrica y todo ¿dónde se iba a esconder una persona? La gente inventa historias, ojalá hubiésemos podido esconder a alguien y evitar más muertes, ojalá.

-¿Resultaba imposible ocultar a alguien ahí?

-Totalmente imposible, era un túnel en donde no existía ni un solo recoveco, era un paso de una casa a otra iluminado con luz eléctrica, un pasillo subterráneo totalmente recto. ¿En dónde podías esconder a la gente ahí? No hay que dar crédito a esas cosas porque la gente habla sin ningún conocimiento del tema. Lo que hay que recordar es la verdad, que era un médico que atendía a gente humilde, no solo estaba dispuesto a consultarlos sino inclusive a darles medicinas.

-Deduzco además que la existencia del pasadizo era de dominio público en la época.

-Me imagino que sí, para empezar todos los amigos de mi abuelo y toda la familia claro que sabían que había el túnel, e inclusive en el Ayuntamiento de entonces, aunque imagino que el tema del urbanismo no se llevaría como en la actualidad, se conocía de su existencia, de modo que no era ningún secreto.

-Su abuelo fue un pionero de la medicina en Galicia y su muerte, afirman los historiadores, supuso de hecho un retroceso significativo en la atención científica.

-Sí, así fue, su sanatorio era en ese momento uno de los mejores y para muchas personas la única posibilidad de sobrevivir porque como decía tenía los últimos avances.

-¿Cómo fue la vida de su familia a partir de la sublevación militar?

-Imagínese, mi abuelo y mi tío Luis, ambos médicos, detenidos en San Simón, a mi padre y a mi otro tío los fusilaron el 12 de noviembre con los otras 8 víctimas de esta ciudad que asesinaron ese día y se puede imaginar lo que fueron los siguientes años, éramos los rojos, incluso hasta en el Instituto nosotros éramos los rojos; había también otras familias, no me voy a poner yo ahora de víctima, pero los que no éramos del régimen estábamos todos más o menos señalados, fue una condena que arrastramos muchas familias toda la vida.

Compartir el artículo

stats