El alcalde de Caldas, Juan Manuel Rey, salió al paso de las críticas vertidas por el BNG sobre el proceso de regularización catastral. El regidor señaló que la finalidad de este proceso es la "incorporación al Catastro Inmobiliario de los bienes inmuebles urbanos y rústicos de incumplimiento de la obligación de declarar de forma completa y correcta las circunstancias determinantes de una alta o modificación catastral".

A través de este procedimiento, el gobierno local señala que a lo largo del 2016 queden regularizados catastralmente todos los municipios, no solo Caldas "siendo esta una iniciativa de la Dirección General de Catastro, dependiente del ministerio de Hacienda, al cual se le da conformidad y el hecho de no podérsela dar no cambiaría nada, porque a finales de este año todos los concellos estarán regularizados".

Recuerda Rey que la "recaudación que se obtenga de esta regularización será para el ministerio de Hacienda, es decir, al concello le corresponde cero euros". A pesar de ello, el alcalde se mostró a favor de que galpones, gallineros "y algunas otras construcciones" deberían estar exentas, pero "esa norma no le corresponde marcarla al concello". Así, señaló que no obedece a "tapar ningún agujeros económico", cuya existencia niega haciendo referencia a las cuentas municipales de 2015, donde el concello dispone de un superávit "importante, con el cual podremos cumplir con el compromiso de una rebaja del IBI", concluye.