La obra que se está ejecutando sobre el polémico talud de Raposeiras no garantiza la seguridad del terreno. Así lo denuncia la familia que reside en la parcela apuntalada por un muro de contención, que afirma que solo se está rellenando una pequeña parte del terreno excavado, la más próxima al edificio de la Rúa da Estrada, que también se ve afectado por la inestabilidad de este terreno.

La familia de Priscila Cobas, propietaria de la vivienda que se levanta sobre este terreno, se ha dirigido tanto a la empresa que ejecuta los trabajos como al gobierno local. La constructora les dice que ejecuta el trabajo para el que le contrató el ayuntamiento y que si este ordena ampliar la actuación no tiene ningún problema en hacerlo.

Por su parte, desde el Concello de Marín les han contestado que la actuación que se está ejecutando es la necesaria para garantizar la estabilidad del terreno y que ampliar la actuación a toda la finca es una demanda "estética".

Pero la familia Cobas lo niega. Afirma que el terreno apenas se sostiene porque el subsuelo ha perdido mucha consistencia, debido a la degradación de la finca durante estos últimos años, la acción de la lluvia y las aguas subterráneas, que han desestabilizado el terreno con el consiguiente peligro. "No es una cuestión estética como dicen en el ayuntamiento, a mí lo único que me preocupa es la seguridad de mis hijos, que juegan en esta finca y que se puede venir abajo", explica Priscila Cobas.

La empresa que realiza la reparación solo está afianzando un pequeño tramo, el más cercano al edificio de la Rúa da Estrada que también se ha visto perjudicado por esta actuación urbanística fallida. Pero los afectados reclaman que se haga una actuación completa, asegurando la totalidad del terreno, para no tener que lamentar tragedias en un futuro. Argumentan además que ya que se emprende una obra lo más sensato es realizarla de forma íntegra y con plenas garantías. Dejarla a medias -explican-, sería "una nueva chapuza que se viene a sumar a todas las hechas hasta ahora" en este terreno.

La estabilidad del terreno sobre el que se asienta la vivienda de Priscila Cobas mantiene en vilo a esta familia desde hace veintidós años, cuando se hizo una obra que provocó grietas en la vivienda y desestabilizó el terreno, desde entonces sostenido con un muro de contención agrietado y apuntalado.

"Cada vez que llueve mucho y corre el agua por la parcela vivimos con el corazón en un puño", afirma Priscila Cobas. Esta familia ya ha rellenado varias veces el terreno por su cuenta, pero esperaban que esta actuación contratada por el Concello de Marín resolviese definitivamente el problema. Temen que no será así al ver como se está ejecutando la obra. Por eso instan al gobierno local a replantear la actuación, para que se garantice la estabilidad del terreno y de las viviendas de forma definitiva.