Todas las rotondas de la ciudad han reducido sensiblemente su siniestralidad. Las que tenían una mayor accidentalidad se reunían todas (y siguen haciéndolo) en el cinturón viario de Orillamar. La más conflictiva actualmente es la rotonda del puente de Santiago, en la avenida de Buenos Aires, que sumó 10 accidentes el pasado año. Con todo, está muy lejos de los 16 que registró en 2013.

Otro caso significativo es el de la rotonda del puente de As Correntes. Al poco de entrar en servicio, en 2013, sumó 19 siniestros. El año pasado solo fueron 6. Otra importante reducción se dio en la glorieta de la avenida Compostela con Juan Manuel Pintos, en el pabellón de Deportes. Allí se contabilizaron en 2014 una docena de accidentes y el año pasado solo dos. La del puente de Os Tirantes en la avenida de Buenos Aires también pasó de 12 a 6 colisiones.

Otras rotondas con elevada accidentalidad (7 siniestros) son la de la avenida de Marín y la de Jofre de Tenorio con la Avenida de Uruguay.

La rotonda de la Avenida de Compostela con Alexandre Bóveda, que da acceso al campus, también vio como descendían los siniestros de 13 en 2013 y 12 en 2014 a tan solo dos el pasado año.

Bien es cierto que esta reducción de siniestros en toda la zona de la avenida de Compostela no se debe únicamente a una mejor comprensión de las normas de circulación que rigen en las rotondas, sino en la adopción de medidas para el calmado de tráfico y mejora de la seguridad vial en toda esa zona, según explican fuentes de la Policía Local.