Pese a que la ciudad registró la pasada Semana Santa una ocupación hotelera media del 85%, gracias en buena parte a los eventos deportivos de esas fechas en Pontevedra, siete de cada diez turistas que recibió la capital optaron por alojarse en hoteles y establecimientos turísticos de otros municipios. Así se pone de manifiesto en el balance que acaba de realizar el Concello con las encuestas que se realizan a los turistas que acuden a las oficinas municipales de información en la Casa da Luz, plaza de España y Vialia.

Los datos reflejan que en esas fechas alrededor del 27% de los visitantes que acudieron a esas oficinas se hospedaron en hoteles de la ciudad, mientras que el resto se alojó en establecimientos de Sanxenxo (casi un 14%), Santiago (más del 11%), O Grove (9%), e incluso en el interior de la provincia, con cerca del 15% del total, por delante de otros emplazamientos de la provincia como Morrazo, Vigo y O Salnés. Incluso llegaron excursiones de turistas alojados en otras provincias, aunque en mucha menor medida. Aunque el resumen se limita a la Semana Santa pasada, sus resultados suelen repetirse en cada temporada turística, si bien se ha advertido en los últimos años un aumento del uso de plazas propias.

Aún así, el hecho de que los hoteles pontevedreses presentaran un balance aceptable de ocupación la pasada Semana Santa pese a que solo acogieron a tres de cada diez turistas vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre la suficiencia o no de las plazas hoteleras de la ciudad. La oferta actual puede resultar suficiente en general a lo largo del año, pero en momentos puntuales, en especial cuando coinciden citas deportivas o de otra índole en la ciudad con la temporada alta de turismo, no llega para atender a todos los visitantes.

Solar de Tafisa

Desde hace años el Concello tiene en oferta un solar de algo más de 3.000 metros cuadrados en los terrenos de la antigua Tafisa, reservados para un hotel de cuatro, o preferiblemente cinco estrellas, pero que no logra vender pese a que hubo algunas empresas interesadas. El precio de unos dos millones de euros (más de 600 euros el metro cuadrado) se sitúa como la más que posible razón de que el solar sigue vacío, si bien también podrían influir los estudios de mercado elaborados por las cadenas hoteleras.

Según los datos que maneja el departamento de Promoción Económica del Concello, Pontevedra mantiene cierto peso como "punto base" de los turistas para recorrer las Rías Baixas durante estas épocas no veraniegas, si bien aún se trata de estancias cortas, no más de cuatro días. Además, con respecto a las cifras de la Semana Santa de 2015, en esta ocasión se ha constatado incluso una caída en el uso de los hoteles pontevedreses en detrimento de los establecimientos del sur de la provincia, la comarca de O Morrazo e incluso de otras provincias.

Eso sí, el hotel sigue siendo la modalidad de alojamiento más utilizada, ya que el 72% de todos los turistas que visitaron Pontevedra se alojaban en ellos, con independencia de su ubicación. Supone un aumento considerable con respecto al año anterior. El alquiler supuso casi el 6% de los modos de alojamiento, por delante de las casas rurales (el 5%), y por encima de los albergues y las casas particulares (en torno al 4% en ambos casos). El cámping no fue utilizado, toda vez que este año la Semana Santa coincidió muy temprano y con una climatología muy adversa, en especial en las jornadas festivas, que ahuyenta a los usuarios de este tipo de establecimientos, muy vinculados al sol.

En cuando a la procedencia de los turistas, se mantiene un reparto similar al de años anteriores, con un predominio de los madrileños, vascos, catalanes, gallegos de otras provincias y portugueses. De hecho, casi el 25% de los visitantes que acudieron a las oficinas de información procedía de Madrid, por delante del 16% del País Vasco o el 9% del resto de Galicia.

Sobre un total de 2.573 usuarios españoles, se registró la visita a esas oficinas de 315 extranjeros, especialmente portugueses (un tercio de todos los procedentes de otros países). También hubo una presencia significativa de argentinos, italianos, alemanes e incluso de Estados Unidos, hasta sumar al menos une veintena de nacionalidades diferentes.