Un vecino de Salvaterra, Mostafa E. H.S., acusado de un intento de agresión sexual a su mujer y de una tentativa de homicidio hacia su hijo de 11 años argumentó ayer en el juicio que la ingesta de bebidas alcohólicas le impedía recordar nada de lo sucedido el día de los hechos el 27 de junio del pasado año.

El fiscal le imputa un intento de agresión sexual a su mujer y de tratar de matar a su hijo prendiéndole fuego. Posteriormente se atrincheró en su vivienda lanzando piedras y otros objetos a la Guardia Civil. El procesado atribuyó al alcohol su comportamiento pero en cualquier caso negó que quisiera hacer daño a las víctimas. "Mi mujer y mi hijo son lo que más quiero en el mundo, más que a mi vida", dice este hombre de origen marroquí.

Por su parte, su mujer reiteró ayer en el juicio que el hombre la intentó forzar sexualmente y que, ante su negativa, la agredió. Asegura que le echó las manos al cuello, le retorció un brazo o que la arrastró por el suelo y la golpeó. Entonces apareció su hijo, que tenía once años, y quien le dijo (según la mujer) que "dejase de pegar a mamá". Relata que el menor, a continuación, se desmayó con los nervios" . A continuación la mujer observó como el hombre se llevó a su hijo a la habitación del matrimonio, roció la cama con gasolina y ella se temió lo peor. Y es que asegura que días antes el acusado ya les dijo que iba a quemar la casa. En un momento dado, Mostafa E. H. se quedó solo con su hijo en la vivienda, dado que la mujer logró escapar. Acudió a pedir auxilio a los vecinos, temerosa de que pudiera hacerle algo al niño. El fiscal sostiene que, aunque la mujer y el niño no manifestaron que el acusado los hubiese rociado directamente a ellos con gasolina, los testimonios de los vecinos son fundamentales para mantener su acusación por intento de homicidio del menor pues señalan que las ropas del niño olían a combustible y que tenía las zapatillas mojadas de lo que parecía esta sustancia. Considera que el acusado sí tuvo la intención de acabar con la vida del niño. La defensa niega que existiese tal intento de homicidio, dado que insistió en que, como mucho, lo que amenazó con quemar el hombre fue la casa.

El fiscal acepta una atenuante por ingesta de bebidas alcohólicas para el acusado, pero pide que no se aplique en ningún caso como eximente o atenuante cualificada como pide la Defensa, dado que cree que el alcohol no era suficiente para anular su voluntad, algo que sí cree la abogada de Mostafa E. H. El fiscal destacó que la afectación alcohólica no le impedía mostrar una enorme "destreza" para encaramarse al tejado de la casa y "puntería" a la hora lanzar piedras, botellas y otros objetos a los agentes de la Guardia Civil, entre ellos una escopeta de balines que impactó contra un coche patrulla.

Actuaron los antidisturbios

En total, la Fiscalía solicita penas que suman más de 9 años de prisión para el acusado. Dos años por la tentativa de agresión sexual, 9 meses por lesiones, cinco años por la tentativa de homicidio y un año y medio por atentado. Reclama también la retirada de la patria potestad sobre el niño. Una vez que la mujer y el niño lograron huir de la casa, él los persiguió con un cuchillo pero ambos lograron refugiarse en casa de unos vecinos, hechos que corroboraron varios testigos. El acusado regresó a la vivienda y se atrincheró en ella y desde el tejado hostigó a los agentes lanzándoles todo tipo de objetos. Fue necesaria la presencia de una unidad de antidisturbios para poder detenerle. Según los vecinos, los episodios de violencia protagonizados por el acusado eran habituales.