Culpables de asesinato con los agravantes de alevosía y precio para ambas acusadas, Rocío Gondar y Albertina Táboas, y atenuante de confesión en el caso de Rocío Gondar. A grandes rasgos, este es el resumen del veredicto emitido a última hora de la noche del lunes por el jurado popular que juzgó el denominado como crimen de Chancelas, según informó el TSXG. Un veredicto, en el que los jurados fundamentaron su decisión en base a diferentes pruebas realizadas durante la vista oral y que expusieron al tribunal antes de que fuera disuelto una vez emitido su contundente dictamen.
Para los nueve ciudadanos que durante una semana entera examinaron con atención los testimonios y las pruebas presentadas, la confesión de Rocío fue uno de los elementos fundamentales para emitir este veredicto de culpabilidad. También lo fueron los objetos hallados en la leñera y otros puntos de la casa de Chancelas como la sartén rota y la piedra con la que supuestamente se agredió en reiteradas ocasiones a Secundino Prego.
Las llamadas realizadas a los servicios de emergencia y en la que se puede escuchar a las dos acusadas denunciando un robo -que los jurados no dudaron en calificar de "simulado"- es otro de los elementos en los que justificaron su decisión. Otra circunstancia clave para ellos, y así lo hicieron constar, fueron las contradicciones de Albertina Táboas a la hora de dar explicaciones de lo sucedido a los primeros guardias civiles que acudieron al domicilio de Chancelas para auxiliarles por un supuesto robo y que se encontraron con el cadáver de Secundino Prego en el camino de acceso a la vivienda. Un lugar "solitario" y "oscuro" como también hicieron constar en los hechos que consideraron probados. Pero hay otros dos aspectos fundamentales que los jurados tuvieron en cuenta y que serán en los que las defensas ya han anunciado que centrarán sus ataques en los eventuales recursos que presentarán ante el TSXG. El primero se refiere a los análisis de ADN y tiene que ver directamente con la declaración de culpabilidad de Albertina. Los jurados destacan que se hallaron objetos en casas de las detenidas como unas llaves de la vivienda de Chancelas y ropa, alguna de ella con sangre. Un elemento clave es un pantalón de pijama que se le atribuye a Albertina (se encontró en su vivienda) y que tenía unas manchas de sangre que el ADN reveló que eran de Secundino. El abogado de Albertina Táboas ya anunció su intención de sembrar dudas sobre esta conclusión, dado que si bien hay ADN de Secundino señala que no hay restos biológicos de la acusada que permitan atribuirle esta prenda de vestir. Rocío sí manifestó en el juicio que Albertina llevaba esa noche un pijama similar.
En el caso de Rocío Gondar, los jurados dan por buenos los informes del Imelga que concluyen que el comportamiento de esta vecina de Noalla no era compatible con una actuación movida por un sentimiento de "miedo insuperable" hacia la otra acusada, sino que más bien se mantuvo a su lado. Descartaban también Rocío pudiera padecer algún trastorno psiquiátrico y el jurado desechaba la declaración de una psiquiatra que atendió a Gondar en prisión y le diagnosticó una serie de trastornos. Aseguraron que su testimonio no fue concluyente. La batalla del abogada de la defensa ante el TSXG parece que pasará por insistir en supuestas "deficiencias" en la valoración realizada por el Imelga de su defendida a la vista de las "contradicciones" con el diagnóstico de la mencionada psiquiatra.
