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Rubén Lois González: "No hay una política demográfica, es uno de los grandes fracasos históricos de Galicia"

"Las fusiones de municipios van muy lentas y resuelven muy poco"

Rubén Camilo Lois. // Jorge Zapata

Las claves que explican los problemas territoriales de Galicia fueron el eje de la conferencia que el geógrafo Rubén Camilo Lois pronunció en la Semana Galega de Filosofía 2016. En su ponencia recordó que retos ambientales como los incendios forestales se asocian a la despoblación del rural.

-¿Usted se explica lo que pasa en Galicia?

-(risas) Sí, bueno, tenga en cuenta que en Galicia no pasa nada diferente de otros territorios europeos, simplemente que existen una serie de elementos que marcan una mayor intensidad en algunos problemas, hay elementos que podemos considerar objetivos y otros subjetivos, entre los primeros, los objetivos, tenemos que duda cabe un problema demográfico muy grave muchísimo mayor que otros países europeos, y además se traduce en otro problema también muy grave que es el contraste entre las áreas del litoral y las del interior, una diferencia muy marcada. Y desde el punto de vista subjetivo en la Semana Galega de Filosofía apunté a dos procesos que me parece importante reflexionar desde el ámbito de la cultura gallega, que es que el concepto de periferia, apuntando que el centro y la periferia varían en función del punto en el que nos localicemos, quizás si le damos importancia a la urbanización de la fachada atlántica veremos que somos más centrales de lo que nos parece, y otro tema es la supuesta pobreza o dependencia del territorio gallego.

-¿Qué respuesta da en ese caso? ¿Somos dependientes?

-Pues la respuesta debe ser ambigua por cuanto Galicia siempre ha sido un territorio muy rico en distintos tipos de recursos, especialmente energéticos y agroalimentarios, y eso define la riqueza de los territorios, lo que sucede es que en determinados ámbitos como grandes compañías energéticas o grandes firmas financieras somos dependientes, lo cual tiende a situarnos entre la dependencia y a generar un cierto atraso económico.

-Corríjame si me equivoco, más del 70% de la población se concentra hoy en el arco atlántico ¿es una buena idea?

-Se fue produciendo por las dinámicas económicas y de urbanismo pero no es bueno, lo normal, y lo de indican todas las recomendaciones de los organismos internacionales, es utilizar el territorio de forma más sensata, en Galicia hay el problema de la aglomeración de la población en determinadas áreas del arco atlántico y un vaciamiento de otras, hay que tener una mejor ordenación territorial, que es una gran asignatura pendiente en Galicia, una redistribución. Por ejemplo tenemos demanda de suelo industrial en las áreas de Vigo y Coruña, con muchos espacios en el interior que podrían acoger esa industria y generar empleo pero que están abandonados.

-¿Cómo es que se produjo esta gran diferencia entre el interior y la fachada atlántica?

-Porque se pensó demasiado en la escala local, en la escala del planeamiento urbanístico, esa escala que define el suelo urbanizable y se pensó menos la escala supralocal que vincula los usos del suelo a las lógicas de crecimiento económico, eso es lo más importante y lo que tendía que haberse hecho, por ejemplo en el interior faltan políticas de discriminación positiva para atraer empresas, en definitiva para poder atraer población joven, que es uno de los grandes problemas que presenta todo el interior de Galicia en la actualidad.

-¿Sirven de algo fusiones como las que acaban de protagonizar concellos como Cotobade o Cerdedo o son en realidad gestos del alcalde de turno?

-Planteo que lo importante es la escala de ordenación del territorio, las fusiones van muy lentas y resuelven muy poco, si hubiera una voluntad de fusionar municipios más amplia podrían ayudar algo pero la realidad es que en el sur de Europa nadie asume las fusiones municipales excepto Grecia, que la troika le ordenó fusionar municipios y de un día para otro lo redujo a la mitad y nadie pudo protestar, pero en el resto no van las fusiones. En cambio la escala de ordenación del territorio si es interesante porque obligaría a compartir competencias entre municipios, a articular esa escala intermedia de las áreas metropolitanas en las ciudades, comarcas y espacio rural, y a partir de ahí si los municipios si quieren seguir existiendo podrían pero en algunas competencias tendrían que coordinarse con sus vecinos en transporte, planificación urbanística, desarrollo de actividades económicas y creación de suelo empresarial e industrial y promoción hacia el exterior, eso si ayudaría mucho más; pero por lo demás las fusiones no funcionan mucho (llevamos una en 7 años irrelevante y ahora se suma otra más) y no tienen mayor transcendencia, municipios muy pequeños de Ourense no se fusionan, se hace porque se plantea la voluntad de un par de alcaldes, bueno, pues no es muy interesante, a diferencia de si pensamos en como articular el área de Vigo, los municipios de O Condado, el Deza, compartir competencias y vincularlo también a una reducción de otras escalas como puede ser la provincial, ahí sí podríamos tener una escala local más efectiva.

-Ha señalado al reto demográfico, del que llevamos hablando más de dos décadas, ¿realmente se hace algo? ¿Hay alguna política demográfica en este país?

-Comprendo su sorpresa porque no hay una política demográfica, es otro de los grandes fracasos históricos de Galicia y de sus instituciones con carácter genérico, no hay una política demográfica y las recomendaciones desde el punto de vista demográfico sencillamente las calificaría de ridículas.

-¿De verdad se asocia la demografía a la economía?

-No tiene necesariamente que existir una correlación, Galicia en estos 30 últimos años creció mucho, la gente vive sustancialmente mejor a pesar de las crisis económicas cíclicas pero la demografía va a peor. Podemos decir que hay dos razones, la primera es lo que llamamos la segunda revolución demográfica, los jóvenes, especialmente las mujeres que son las protagonistas en términos de reproducción, deciden tener un número planificado de hijos, y eso se ve en todas las sociedades desarrolladas y ni se puede ni tiene interés cambiarlo, la mayoría de las parejas tendrá uno, dos o ningún hijo, es una evidencia que funciona para toda Europa y no se puede cambiar (lo digo por algunas recomendaciones peregrinas de algunos responsables públicas que invitaban a las mujeres a tener más hijos, qué tontería, tendrán los hijos que crean oportunos); luego está que si las condiciones económicas, el empleo y el estado de bienestar (guarderías, centros de día, posibilidades de permisos de paternidad etc) conseguirán que las parejas jóvenes tengan un número de hijos mayor, que pase del 1,09 en Galicia a las 1,7 de Francia o Suecia donde hay políticas activas.

-En cualquier caso no se llega a la tasa de reemplazo

-No, no se llega a los 21 hijos por mujer en edad fértil, no hay tasa de reemplazo, en Europa ya no existe ese concepto, es por eso que hay que desarrollar políticas de atraer población joven, es decir de desarrollar una inmigración regulada de población joven y de acoger refugiados, que es otra de las asignaturas pendientes en Europa, necesitamos población joven, darle una perspectiva de vida y a la población joven que tenemos los gallegos necesitamos desarrollar un sistema que no penalice tener hijos y un Estado asistencial que ha sido desmantelado por la crisis y que anime a las parejas a tener un 30 o un 40% más de hijos.

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