Enorme malestar, e incluso indignación en buena parte del casco urbano de Marín después de que al menos 4.000 abonados sufriesen un corte del suministro eléctrico de más de diez horas a causa de dos averías registradas en la calle Ezequiel Massoni y el puerto. Son muchos los usuarios que ya preparan reclamaciones ante la empresa Gas Natural Fenosa y son cientos los que dedicaron la tarde de ayer a realizar las primeras evaluaciones de daños y perjuicios causados por la prolongada falta de luz. Bares, comercios, cientos de domicilios, empresas, muchas de ellas del propio puerto y todos los edificios administrativos del casco urbano, desde el Concello a la sede de la Policía Local hasta los juzgados, el centro de salud o la residencia de la tercera edad, resultaron afectados por una avería que comenzó a detectarse antes de las tres de la madrugada y que en poco tiempo se generalizó por todo el casco urbano. Hasta las 13.00 horas el Concello no dio por restablecido el suministro, si bien fue recuperándose poco a poco y en algunas casas la luz llegó más tarde.

La gravedad de la situación obligó a desplegar generadores de emergencia en puntos estratégicos mientras se localizaban y reparaban las averías. De este modo, se pudo reactivar en parte la actividad en lugares como el Concello o la residencia de la tercera edad, ya que ni siquiera funcionaban los teléfonos. Tampoco lo hacían los semáforos y el alumbrado público. La alcaldesa, María Ramallo, calificaba la situación a media mañana de "caótica".

Una línea afectada

La empresa recibió el primer aviso a las 2,54 horas y cifró el número de afectados en 4.000 dentro del núcleo urbano. Se localizaron dos incidencias en tramos distintos de la misma línea: una avería en el cable subterráneo de la calle Recamán y otro cerca de la empresa Safricope, en el puerto, sin que se hayan aclarado las causas si bien no se descarta algún problema causado por el temporal nocturno. Entre las calles afectadas se cita Recamán, Jaime Janer, Ezequiel Massoni, avenida de Ourense, A Estrada y parte del puerto, si bien los perjuicios se extendieron por muchos puntos en los que comercios y bares no podrían atender a sus clientes, los cajeros automáticos no funcionaban y las anomalías se sucedían de forma constante. De hecho, las quejas de los afectados se sucedieron durante toda la mañana, hasta que comenzó a restablecerse el servicio en torno a las 13.00 horas. Además de los bares y restaurantes que no pudieron atender a sus clientes, también existe gran malestar entre los vecinos por las pérdidas que pueda acarrear la avería en sus electrodomésticos, especialmente por el contenido de neveras y congeladores.

Otro de los puntos más afectados fue el centro de salud de la calle A Estrada, donde la actividad permaneció paralizada buena parte de la mañana. María Ramallo recordaba que esta situación paralizó casi por completo la actividad en el casco urbano durante horas, sobre todo porque los generadores de emergencia se centraron en los "servicios prioritarios", mientras que los particulares se vieron obligados a aguardar a que se repararan las averías.