Tres meses después de que 115 familias entrasen de alquiler en las viviendas de promoción pública de Valdecorvos, cuyas llaves fueron entregadas el pasado 16 de diciembre, todavía quedan otras 17 que aguardan para poder empezar a vivir en sus pisos. Se trata de aquellos adjudicatarios en propiedad, con los que se completa el número total de 132 viviendas asignadas por el Instituto Galego do Solo, IGVS.

"Cuando entregaron los pisos en alquiler en diciembre, nos aseguraron que los nuestros se demorarían un poco más, pero ya han pasado tres meses", asegura una de las adjudicatarias, que prefiere no hacer público su nombre.

El grupo de vecinos se mantiene en contacto a través de grupos privados creados en la red social Facebook y la aplicación WhatsApp.

Entre otras cuestiones, se quejan de que ya adelantaron el importe del IVA de sus pisos en diciembre, pese a no haber recibido todavía las llaves. Además, pese a ser oficialmente propietarios en Valdecorvos, muchos de ellos continúan pagando los recibos de alquiler de sus actuales viviendas en otros emplazamientos.

Los afectados se han puesto en contacto con el IGVS para conocer las causas de este retraso. "Por lo visto, se debe a una cuestión formal de papeleo con el Registro de la Propiedad, que ha solicitado en varias ocasiones más documentación y ha informado de que faltaba alguna firma", explica la citada propietaria.

Comunidad

Por otro lado, mientras los 17 vecinos de los 132 que tienen los bloques de edificios de Valdecorvos no se muden a sus nuevos pisos, el IGVS seguirá figurando como único propietario en la comunidad de vecinos, que está pendiente de constitución.

Este retraso en la entrega de las llaves se une al que ya sufrieron las 132 familias con motivo de la licencia de ocupación, que solo fue posible después de que la empresa constructora resolviese las deficiencias detectadas por los técnicos del Concello de Pontevedra durante el mes de agosto. Según los expertos, estos defectos eran relativos tanto a la propia obra como a la urbanización.

Finalmente, el 16 de diciembre el IGVS entregaba las llaves de los pisos que estarán ocupados en alquiler durante los próximos años. Estos vecinos podrán disfrutar de sus viviendas durante cinco años, prorrogables anualmente. Para poder acceder a la compra de esos pisos, tienen que pasar diez años y cumplirse ciertas condiciones, tal y como fueron informados los beneficiarios el pasado 16 de diciembre por los funcionarios del IGVS en un acto público.

Entre esas condiciones figuran la de atenerse a las normas de convivencia básicas en una comunidad de vecinos, utilizar el piso como residencia habitual, para lo cual es imprescindible el empadronamiento en la ciudad de Pontevedra, y tener el inmueble protegido con un seguro del hogar que lo proteja, al menos de incendios.

Asimismo, se les podrá rescindir el contrato si el piso es subarrendado, si se usa como segunda vivienda o si no se está al día en el pago de las comunidad, el alquiler o los diferentes recibos.

Además, cualquier tipo de obra en el interior de las viviendas solo se podrá hacer con el beneplácito del IGVS.