| La comunidad educativa del colegio Sagrado Corazón de Placeres expresó ayer su solidaridad con los miles de refugiados que se hacinan en las fronteras europeas. Alumnos y profesores se concentraron para leer un comunicado de solidaridad. Guardaron un minuto de silencio y mostraron los trabajos realizados en clase sobre estas familias, cuya situación pudieron conocer los niños en esta última semana a través del voluntario Alfonso Mascuñana.