Las piscinas municipales de Campolongo, que gestiona desde 2000 la empresa Serviocio, presentan "innumerables deficiencias en sus instalaciones, falta de socorristas fijos y otro personal, problemas con las dosis de cloro e incluso se han detectado hormigas en su interior". Así lo denunció ayer Luís Rei, concejal de Marea Pontevedra, que culpa a la concesionaria de esta situación, como primera responsable de la conservación del recinto, pero también al Concello, al que insta a "vigilar" y supervisar que se cumple la concesión, sometida a varias prórrogas irregulares y abocada a una nueva ante el retraso del concurso para adjudicar de nuevo esta gestión.

Rei, acompañado del delegado sindical de CCOO en la plantilla del complejo, Manuel González Pidre, aseguró que "no hay un socorrista exclusivo para los tres vasos y no se sustituye personal de baja o de vacaciones, lo que obliga a los monitores a asumir varias clases a la vez, con la consiguiente pérdida de calidad" para los usuarios, que son alrededor de 2.000. Estas quejas, formuladas por el PP en varias ocasiones, son retomadas ahora por Marea. "La concesionaria tiene la obligación de mantener las instalaciones en adecuadas condiciones pero el Concello tiene que vigilar que se cumple la concesión", insiste el edil, que ha formulado una batería de preguntas al gobierno local sobre el nuevo concurso para adjudicar la gestión. Esta convocatoria se retrasa desde hace más de un año y todo apunta a que el 30 de junio, cuando finaliza la actual prórroga, se aprobará otra ampliación, de nuevo con los informes técnicos contrarios, como las últimas.

Al margen del escaso mantenimiento de las instalaciones y problemas laborales, que quedarían al margen del específico control municipal, Marea también denunció ayer que Serviocio adeuda a día de hoy el canon de los trimestres tercero y cuarto del pasado año, que suman unos 15.000 euros. Rei apuntó que "al parecer, se trata de una práctica habitual de pagar cuando le apetece a la concesionaria".

Ante esta situación, Marea Pontevedra aconseja que se rescate la concesión, dejando sin efecto un futuro concurso, y se asuma la gestión pública de las instalaciones. Por su parte Manuel González Pidre, también defiende la gestión pública de estos servicios, si bien da por hecho que no será así, por lo que insta al Concello a licitar la concesión lo antes posible, y se queja de que "nos dan la callada por respuesta cada vez que pedimos una reunión". Ese concurso tendría diversas condiciones, entre ellas, que se equipare salarialmente a los 45 trabajadores de Serviocio con los funcionarios municipales del mismo nivel. Según sus explicaciones, el sueldo de un trabajador a jornada completa es de 13.500 euros brutos al año y podría elevarse en unos 500 euros al mes.