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María Chapela: "Piensas que la regla tiene que doler y no vas al médico"

La pontevedresa recurrió a la medicina natural para aliviar los síntomas de la enfermedad

María Chapela. // FdV

Le llaman "la enfermedad del silencio" porque es una de las más desconocidas. La endometriosis, que consiste en el crecimiento benigno de tejido endometrial (glándulas y estroma) fuera del útero, afecta a 60.000 mujeres en Galicia. El de marzo ha sido designado como el mes de esta dolencia, que acumula un retraso medio en el diagnóstico de unos ocho años, según la asociación gallega Querendo, Mulleres con Endometriose. La pontevedresa María Chapela, de 29 años, es de las pocas mujeres que se atreve a hablar abiertamente de su caso.

-¿Cuándo le diagnosticaron la enfermedad?

-La verdad es que fue de pura casualidad hace un año. Por aquel entonces tenía muchas infecciones de orina y me derivaron al urólogo. y fue él que notó algo extraño. Me aconsejó que fuese al ginecólogo y que me hiciesen una ecografía. Fue en ese momento cuando se dieron cuenta de que tenía endometriosis.

-¿En ninguna revisión rutinaria lo habían visto?

-Es que solo se ve con la ecografía, y en las revisiones rutinarias nunca me la habían hecho.

-¿No tenía ningún tipo de molestia?

-Tenía dolores muy fuertes cuando menstruaba. Pero como no lo sabes, piensas que es normal y te tomas un calmante, ibuprofeno, y aguantas todo el día. Lo que tú escuchas durante toda tu vida es que la regla duele, así que tampoco tienes forma de comparar si tu dolor es normal o no lo es. Nunca me planteé ir al médico por ello, porque pensaba que no me iba a hacer caso. Lo que hacía esos días era quedarme en casa.

-¿Conseguía alivio con la medicación?

-No. Además, a mí me afectaba la parte de abajo de la espalda, la zona lumbar, y me costaba mucho caminar.

-¿Llegó a condicionarle la vida la endometriosis?

-Al principio los dolores no eran tan fuertes, pero desde hace tres años sí. Cuando empecé a trabajar, a los 26 años, se hicieron más intensos. Como era una empresa muy familiar, me adaptaban el horario y no tenía problema.

-¿Qué tratamiento sigue?

-El ginecólogo me recetó la píldora anticonceptiva y, por mi cuenta, voy a un médico naturista privado que me dio suplementos alimentarios, entre ellos omega 3.

-¿Es necesario llevar una dieta especial?

-Es una dieta estricta sin gluten, lácteos, carne de cerdo, azúcares, sal... Pero también puedo decir que se notan los resultados. De hecho, aún me lo confirmaron la semana pasada. Yo tenía una adherencia endométrica en el ovario derecho de cuatro centímetros y ahora me mide dos con tres. Estoy muy contenta. Esto es una muestra de que somos lo que comemos (risas).

-¿Siempre se obtienen buenos resultados con la medicina alternativa?

-No siempre. Conozco chicas a las que no les va bien.

-A nivel sexual, ¿también le afecta la enfermedad?

-En ocasiones sientes molestias al mantener relaciones sexuales, pero no siempre. Es la semana anterior a tener la menstruación la que se hace más dura en este sentido.

-¿Es compatible la maternidad con la endometriosis?

-Cuando me diagnosticaron la enfermedad me dijeron que si quería ser madre tenía que serlo cuanto antes, pero yo todavía tengo mi vida en el aire. Sientes que te meten prisa en algo que no te has planteado todavía.

-¿Se sintió informada a través de la sanidad pública?

-Me sentí muy perdida. Yo tengo que agradecer mucho a la asociación Querendo, porque gracias a ella me fui enterando de lo que tengo, de lo que puedo hacer y de lo que no.

-¿Cuál es su consejo a una mujer que esté pasando por esto?

-Que no se rinda. Que hay maneras de luchar contra la enfermedad, que nos tenemos que hacer oír y, sobre todo, que no se quede en casa. Somos muchas y entre nosotras nos apoyamos muchísimo.

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