Sobresaliente y matrícula de honor fueron las palabras que más escucharon durante su paso por la Secundaria y Bachillerato. Cuarenta y cinco alumnos de la Universidad de Vigo recibieron un pequeño homenaje por parte de la institución por ser los estudiantes con los mejores expedientes que emprendieron este año su carrera.

Los Premios de Excelencia Académica se entregan todos los años a aquellos estudiantes que inician curso en las diferentes titulaciones de los campus de Vigo, Ourense y Pontevedra con los expedientes más brillantes en bachillerato, ciclos superiores de Formación Profesional o aquellos que dejaron huella en diversas Olimpiadas Científicas.

Antiguos profesores, padres y amigos no quisieron perderse este emocionante momento para los brillantes jóvenes que vieron recompensados, en forma de Ipad, su esfuerzo de todos estos años 'hincando los codos'.

El rector de la Universidad, Salustiano Mato y la vicerrectora de Estudiantes, Dolores González fueron los encargados de hacer la entrega a cada uno de los universitarios novatos. "Esperamos lo mejor de vosotros, y no solo en cuanto a notas brillantes, sino cómo ejemplo y estímulo para todos nosotros", afirmaba Mato

Si nos fijamos en qué caracteriza a este nuevo estudiantado encontramos un perfil común: la mujer científica. Más de la mitad de los alumnos, un total de 26, son mujeres frente a los 19 hombres, cifras muy similares a la de años anteriores.

En cuanto a las carreras, cualquier modalidad de Ingeniería y el doble grado de ADE (Administración y Dirección de Empresas) y Derecho encabezan las preferencias de los ahora ya universitarios. Ambas copan el 68% de las elecciones. Traducción, Fisioterapia, Biología y Ciencias de la Actividad Física fueron otras de las opciones escogidas.

Llevan poco más de seis meses en la Universidad, tiempo que definen como "suficiente" para no echar de menos sus pupitres de instituto. "En verdad sí es lo que me esperaba, pero el cambio fue muy grande. Antes teníamos más cercanía con el profesor y creía que eso no lo encontraríamos aquí y todo lo contrario", explica Mercedes Diéguez, estudiante viguesa del doble grado de ADE y Derecho.

Como ella, sus compañeros también reconocen el impacto que supuso empezar a estudiar en el campus pero aseguran que la libertad que tienen ahora compensa la dureza de las clases.