El juzgado de instrucción número 3 de Pontevedra va recibiendo, poco a poco, nuevos informes periciales en torno al caso de la muerte a cuchilladas de la vecina de Pontesampaio Concepción Reguera Peón, "Conchi", presuntamente a manos de su exnovio, José Antonio Lusquiños Bustelo, en octubre del pasado año. Fuentes próximas al caso indicaron ayer que la instrucción de este asunto, que será juzgado por un tribunal popular, está pendiente básicamente de la conclusión de los últimos informes periciales solicitados, entre ellas pruebas de ADN de distintos restos biológicos que fueron recogidos por los investigadores como restos de sangre hallados en el coche de la víctima, así como en algunas ropas incautadas al principal acusado, entre otras cuestiones.

Una vez que se hayan recabado todos estos informes tan solo quedará que los peritos realicen un último dictamen definitivo de tal forma que fuentes de la Fiscalía prevén que la instrucción del caso se agilice a partir de ese momento, dado que apenas habría que realizar diligencias judiciales a mayores en un caso que, a nivel policial, se da por resuelto.

A pesar de que quedaron algunos cabos sueltos en su momento, como el hecho de que nunca llegase a aparecer el arma homicida, fuentes de la investigación ya destacaban que existían numerosos indicios y pruebas que apuntaban a José Antonio Lusquiños como autor de estos hechos. A todo esto hay que sumar la propia confesión del detenido ante la Policía Nacional y posteriormente en el juzgado, según se publicó entonces.

Según el supuesto relato de los hechos que ha trascendido hasta ahora, en la madrugada del 24 de octubre del pasado año el supuesto autor de los hechos esperó la llegada de Conchi Reguera que regresaba en el vehículo de su madre a su casa en la avenida da Ponte de Pontesampaio. En el cruce entre Pontesampaio y Acevedo el hombre se acercó al vehículo para hablar con la joven y lo que ocurrió en ese momento se desconoce. Sí se sabe que un vecino presenció desde el balcón de su casa como un hombre, supuestamente el acusado, asestaba numerosas cuchilladas a la mujer y luego huyó. Cuando este testigo bajó a la calle la víctima ya agonizaba. La autopsia confirmó que la mujer presentaba numerosas heridas de arma blanca.

El autor de los hechos huyó en el coche de la víctima que luego dejó abandonado en un camino en el lugar de Vilar, en la misma parroquia de Pontesampaio. Sobre las diez de la mañana fue detenido en las inmediaciones de su vivienda en Arcade.

Según trascendió entonces, Conchi Reguera y José Lusquiños habían mantenido una breve relación durante unos meses que la mujer habría decidido romper en el verano. Lusquiños no habría aceptado esta ruptura y al parecer habría enviado mensajes de móvil a la joven hasta el punto que la mujer había confesado a algunas de sus amistades que se estaba sintiendo agobiada por él. Tanto la Xunta como la asociación Mulleres en Pé anunciaron su intención de personarse como acusación particular en esta causa por violencia de género. Lusquiños está en prisión desde que fue detenido, una petición a la que no se opuso su propio abogado durante su puesta a disposición judicial.