Las diferencias económicas, en el acceso en el empleo y en las modalidades de contratación se proyectan una vez finalizada la vida laboral al periodo de las trabajadoras como pensionistas.

En la comarca de Pontevedra en 2014 se contabilizaban 17.270 mujeres pensionistas, muchas de las cuales contribuyen con su pensión al mantenimiento de familias con varios miembros en paro. "Representan el 48,4% del total y cobran de media una pensión de 728,56 euros, mientras que la media de la que perciben los hombres sube hasta los 1.047,98 euros", destacó Ramón Vidal.

UGT denuncia que en el sistema público de pensiones "se perpetúan y amplían las desigualdades que se producen en el mercado laboral entre hombres y mujeres".

Estas desigualdades derivan de la menor participación de las mujeres en el mercado laboral, el menor tiempo de dedicación a un trabajo remunerado (en la mayoría de los casos para cuidar de niños y/o mayores durante varios años) y de los ingresos inferiores a los hombres.