Con la aplicación de esta futura normativa, los futuros "lombos" que se instalen en Pontevedra estarán sujetos a las pautas que establece Fomento, en general más suaves que los pasos sobreelevados ahora existentes. La norma estatal establece el ancho máximo de la "meseta" de cada "lombo" en cuatro metros y su altura, en diez centímetros, con una pendiente en las rampas entre el 4 y el 10% según la velocidad. Además, se aconseja que entre uno y otro haya una distancia mínima de 50 metros.
José Luis Martín, concejal del PP, defendió en aquella sesión la "necesidad de regular" los "lombos". Aunque insistió en que "no estamos en contra de ellos", una postura que dicen compartir todos los demás grupos de la oposición, sí apuntó que "no se justifican sus dimensiones actuales", que en algunos casos superan los 14 centímetros de altura, la de las aceras.
El concejal de Mobilidade, Luís Bará, replicó entonces que las normas de Fomento son aplicables en carreteras o vías interurbanas, pero no en las ciudades, donde las dimensiones de los pasos sobreelevados deben adaptarse a las calles y no al revés. Acusó al PP de estar "obsesionado" con estos elementos "y solo pensar en los coches, pero no en los peatones" y abogó por aprobar la misma ordenanza de la Diputación, que discrimina también entre vías urbanas e interurbanas.
En todo caso, el gobierno local tiene garantizado, al menos de momento, que los más de 300 "lombos" ya existentes no serán revisados en virtud de este futuro cambio. En todo caso, el PSOE tiene en cartera una propuesta similar pero más drástica, para eliminar 35 "lombos" en tres rutas sanitarias hacia Montecelo.
