"Es la primera vez que estoy en un rodaje", explica Hugo Parga Lois sobre su experiencia como actor, "mis hermanos fueron a hacer una peli, que era sobre la Bella Otero, entonces pensé en que quería estar en esta película para probar la experiencia".

María Castro encabeza el elenco de la tv movie que se rodó en diferentes escenarios, entre ellos localizaciones gallegas como el casco histórico de Tui, Ponteareas o el monasterio Santa María de Oia. La actriz da vida a la directora de un orfanato en una historia basada en la novela de Almudena de Arteaga "Ángeles Custodios" y que relata el traslado de la vacuna de la viruela a América.

La cura se inocula en niños sanos, 22 "ángeles" huérfanos entre los que se encuentra el escolar pontevedrés de 10 años. "Lo mejor del rodaje fue estar al lado de un caballo y jugar", recuerda tras un día de rodaje en el monasterio de Santa María de Oia.

Es lo que menos se esperaba, "que tendríamos que jugar, era lo que menos me esperaba porque al ser una peli nunca vi que jugasen, pensé que sería más aburrido, lo que más me impresionó fue jugar".

Otro de los buenos motivos para sumarse al proyecto, "que he hecho amigos".

Y si el escolar valora jugar y hacer amigos, "y verse en la pantalla, nos dijeron que en octubre", su madre, Diana Lois Pardo, explica que "para mi lo más importante es que el niño se divierta y aprenda de la experiencia".

"Me sorprendió que hizo la entrevista del casting con mucha soltura y ya nos dijeron que lo llamarían seguro, yo quería que viera la parte de atrás de una película, que la grabación se repite hasta que salga bien, que no hay horarios, los profesionales que participan... Me gustó que Hugo se divirtió jugando y disfrutó de la experiencia. No se quejó del tiempo de la grabación y eso que se levantó a las 6.50 porque tenía que estar grabando temprano en Oia".

Hugo detalla que "salí en todas las escenas excepto una y todo estuvo muy guay, va sobre unos niños que tienen viruela y se usan para vacunar a otros".

Tiene claro que le gusta ser actor, "está bastante bien, he pensado ser actor, en esta película solo me faltaba haber hablado, pero conocí a María Castro, a Miguel (Bardem) y a otros que no recuerdo sus nombres".

El director le dedicó el guión y en la portada le recomienda precisamente que nunca deje de jugar.

Octavi Pujades y Pedro Casablanc coprotagonizan esta película basada en hechos reales, la expedición que encabezó en 1803 el médico Francisco Javier Balmis para trasladar la vacuna a América "brazo a brazo" en 22 niños portadores.

La viruela devastó Europa en el siglo XVIII y al ser trasladada a América sencillamente provocó el colapso demográfico de las poblaciones nativas.

Francisco Javier Balmis (1753-1819) fue un avanzado en su época, pionero que con el apoyo del rey encabezó la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna para extender la cura por las colonias españolas.

Los 22 niños que no habían sufrido la viruela se enrolaron en el puerto de A Coruña en la corbeta María Pita y 2 de ellos fueron vacunados. En el viaje otros dos pequeños recibieron la vacuna a partir del par precedente, una operación que se repitió cada diez días de modo que la vacuna llegó activa al puerto de Caracas.

La expedición se dividió a partir de ese momento en dos; una parte se dirigió a Sudamérica, donde más de 50.000 personas fueron vacunadas en Colombia y Perú, y un segundo barco recogió otros 26 niños y extendió la cadena rodeando el Cabo de Hornos, hasta alcanzar Filipinas, Macao y Cantón. Desde ahí los misioneros ingleses y americanos llevaron la vacuna al interior de China.

El viaje, conocido finalmente como expedición Balmis en honor al médico que encabezó este hito científico, salvó miles de vidas a partir de 22 ángeles.

Fue una de las mayores hazañas sanitarias de la historia, no obstante poco conocida, en buena medida porque coincidió con la decadencia del imperio español, y con seguridad la película, coproducida por RTVE y Four Luck Banana, con la participación de TVG y Sunrise Pictures, contribuirá a divulgarla. A Hugo le gusta aportar su grano de arena "ahora se sabrá más (de la expedición) y se recordará más a esos niños".

El descubridor de la viruela, Edward Jenner, escribió sobre esta caravana de generosidad: "No puedo imaginar que en los anales de la Historia se proporcione un ejemplo de filantropía más noble y más amplio que este".