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Una tradición recuperada en el año 2000

El legado de Filgueira Valverde, vivo en la Semana Santa

El polígrafo fundó la Cofradía del Espíritu Santo y los Excantores del Instituto - Conservan el Viacrucis de Santa Clara, pionero en el uso del gallego en la liturgia, traducida de Paul Claudel

Primera imagen de la cofradía del Instituto, con Don Lino. // Museo de P.

La procesión de La Burrita marcará el próximo día 20 el arranque de la Semana Santa, un periodo especialmente intenso para los aproximadamente 500 cofrades que participan cada año en el programa de celebraciones religiosas. Éstas tienen no obstante un anticipo en el Viacrucis que se celebra durante estas semanas previas en la iglesia de Santa Clara y que se ofició por primera vez en el año 1953.

"Fue el profesor Filgueira Valverde quien lo ideó, lo puso en marcha al año siguiente de la creación de la Cofradía del Espíritu Santo en el seno del antiguo Instituto", explica Eugenio Tranchero, presidente de la agrupación penitencial.

"Nuestra cofradía", añade, "hacía por aquel entonces muchos actos penitenciales; en el caso de los Viacrucis llegaron a ser un acto social muy importante en un momento en el que la gente vivía muy intensamente la Semana Santa, por ejemplo visitando las imágenes en las iglesias el Viernes Santo... Recuerdo haber hecho alguno con Filgueira Valverde, lo hacíamos descalzos, porque una de las características de nuestra cofradía es que muchos vamos descalzos".

Los cofrades están acompañados cada año de los Ex cantores del Instituto, el coro que también fundó el polígrafo pontevedrés y que interpreta los tradicionales Motetes y otras piezas de carácter religioso.

"Ambos, cofradía y coro, empezaron haciendo los Viacrucis en Santa Clara con la idea de dar mayor realce a la Semana Santa", explica Miguel García Limeses, presidente de la Asociación de los Ex cantores del Coro del Instituto.

La dirección de Filgueira Valverde y otros profesores del instituto, caso de Don Lino, y la implicación de las decenas de jóvenes y adolescentes que pasaron en esos años por ambas agrupaciones estudiantiles lograron que "en los años sesenta la fama de este viacrucis traspasase fronteras, llegó a ser uno de los actos de mayor esplendor y asistencia", destaca Eugenio Tranchero.

En esa década la celebración se trasladó a la basílica de Santa María y en ella "se leían textos clásicos y del Siglo de Oro alternando con otras lecturas del viacrucis literario de Paul Claudel traducidos al gallego y al castellano por el polígrafo", indican los responsables de ambas agrupaciones.

En los años sesenta el gallego estaba totalmente ausente de la liturgia, de modo que su inclusión en el Viacrucis "fue un gesto pionero", indican sus continuadores.

La celebración religiosa continúa manteniendo este esquema en el que "las lecturas las hacían alumnos cofrades del Instituto, combinando con los cánticos del Coro del Instituto en el paso de cada una de las 14 estaciones, si bien actualmente también interviene en la lectura el púbico rememorando los pasos de Jesús subiendo al monte Calvario", detallan las mismas fuentes.

Decenas de entonces adolescentes pasaron por las dos asociaciones, que al igual que el Viacrucis de Cuaresma han atravesado diferentes crisis. "Hubo un periodo de transición y la tradición fue recuperada en el año 2000", señala Eugenio Tranchero.

Por su parte, en la recuperación de la parte musical fue decisiva la participación de Miguel García Limeses. Éste explica que "empecé en el año 1958 en el coro, ingresé con 8 años, ya se hacían los viacrucis pero posteriormente se suspendieron, hasta que en el año 2000 pensé en recuperarlos, así que hablé con los hermanos Brea, José Manuel y Jesús, para ver si tenían los viacrucis de Paul Claudel".

También se puso en contacto con el coro Ultreia (del que García Limeses fue fundador y primer presidente) y propuso a sus integrantes participar en la recuperación de la ceremonia ideada por Filgueira.

Esta colaboración se mantuvo durante cinco años, hasta que llegó el año 2005 y las celebraciones del 50 aniversario del coro.

Fue la excusa perfecta para que sus antiguos integrantes se volviesen a reunir con la idea poner en marcha actividades conmemorativas. "A partir de ahí los Ex cantores del Instituto volvimos al Viacrucis de San Clara", indica el responsable de la agrupación musical a propósito de las tradiciones ligadas a la Semana Santa que los antiguos alumnos de Filgueira Valverde mantienen vivas.

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