El objetivo ideal de este programa es que la basura que ahora se envía a Sogama (algo más de 30.000 toneladas al año) se reduzca a apenas un 30% de esa cantidad (hasta las 9.000) pero para ello es necesaria "la total implicación de la sociedad" a la hora de separar en origen y compostar en sus casas. Además, estas profundas modificaciones en el sistema se quieren hacer coincidir con el final del actual contrato con Cespa, en junio de 2017, por lo que, de momento, se descarta una posible prórroga, a la espera de la evolución del proceso.