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El marisqueo intenta resarcirse del segundo peor año de la década y suma ya siete meses sin toxina

Desde julio las cofradías disponen de todos los bancos en funcionamiento, aunque varios de ellos con categoría C, y se traduce en mejores resultados en lonja -En los seis meses anteriores se acumularon 85 días sin actividad

Mariscadoras en plena faena en un banco del fondo de la ría. // G. Santos

La lonja de Campelo, referencia en la comercialización del marisco que se recoge en los bancos del fondo de la ría, ha comenzado el año 2016 con una facturación de 547.478 euros en estos dos primeros meses del año, según los datos provisionales de la plataforma pescadegalicia.com. Esos ingresos proceden de la venta de casi 62.000 kilos de producto. Estos datos suponen que se ha duplicado en este periodo la facturación de enero y febrero de 2015, que fue de poco más de 233.000 euros y 30.000 kilogramos.

Sin embargo, la inmensa mayoría de esa actividad se debe a la almeja japónica, con 52.000 kilos vendidos en estas ocho semanas por un importe de 410.000 euros. Es una actividad mucho más elevada que doce meses atrás, cuando de esta variedad se movieron 14.500 kilos, tasados en 70.300 euros aproximadamente. En cambio, cayó el volumen de ventas de la fina -que aún es el segundo producto más comercializado en Campelo- y la babosa y desapareció el berberecho.

La mejoría en la rula de Poio no se corresponde, en todo caso, con una evolución igual en las otras subastas de la ría. La de Marín mantiene en enero y febrero unas cifras casi idénticas a las del mismo periodo de 2015 -154.000 kilos y 440.000 euros- mientras que la de Pontevedra sigue sin levantar cabeza y acumula nuevos meses de caídas. Hasta ahora apenas suma 900 kilos comercializados, por poco más de 180.000 euros, 40.000 menos que doce meses atrás. Por su parte, en Portonovo también se registra un descenso, aunque mucho más ligero. Hay que tener en cuenta que se trata de datos provisionales que la Consellería do Mar aún podría corregir en el futuro.

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