El titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número dos de Pontevedra ha librado, por el momento, al Concello de tener que asumir una nueva indemnización millonaria. El magistrado ha desestimado un recurso de la empresa Ferrovial-Agromán contra la adjudicación, en julio de 2014, de las obras para desdoblar la avenida de Vigo. La oferta de esta constructora era la "más ventajosa" económicamente, pero los servicios técnicos la calificaron de supuesta "baja temeraria" y quedó anulada, optándose por la propuesta calificada en segundo lugar.
La sentencia, conocida ayer por el gobierno local, aún no es firme, por lo que podría ser recurrida, y señala que los acuerdos municipales impugnados "son conformes a derecho", al igual que "el procedimiento seguido para determinar el carácter desproporcionado de la oferta de la demandante". Tal y como detalla la Asesoría Jurídica municipal en su informe, un fallo contrario al Concello hubiera acarreado "importantes consecuencias de orden económico, al ser la oferta de Ferrovial-Agromán la más ventajosa" antes de ser excluida. Al estar ya ejecutada la obra, inaugurada la calle en septiembre pasado y dedicada a Josefina Arruti, la constructora tendría que ser indemnizada con al menos "los gastos de licitación y el 6% en concepto de beneficio industrial sobre el importe de su oferta", que era de algo más de 3,1 millones de euros, más IVA.
Este mismo informe hace especial hincapié en los avales de los técnicos municipales, en especial "un concienzudo dictamen del ingeniero municipal, que concluía que esa oferta no era económicamente rentable" y el "esmeradísimo informe del secretario del pleno", que sirvieron de base para justificar la exclusión de la citada constructora.
La propuesta elegida en el verano de 2014, de Covsa y EC Casas, fue cifrada por los técnicos en 5.316.628,45 euros, de los que 3.782.000 corresponden a la ejecución del nuevo vial y algo más de 1,5 millones se destinaban a realizar buena parte de las mejoras asociadas al concurso y destinadas a complementar la remodelación de esta zona sur de la ciudad. Ambas se comprometían a ejecutar seis de las siete mejoras planteadas. Solo dejaba fuera la urbanización del segundo tramo de la actual avenida de Vigo, desde el cruce con la calle Luis Seoane hasta el nudo de O Pino.
La de Ferrovial-Agroman, la que más puntuación técnica había obtenido, no solo se comprometía a ejecutar el desdoblamiento, sino la totalidad de las mejoras, lo que suponía una inversión de casi 5,9 millones de euros, por encima del margen de beneficios, según la versión municipal. Por ello se calificó su oferta como "baja temeraria" y se le pidió una justificación a la constructora. Estas explicaciones se solicitaron, por el mismo motivo, a otra empresa, pero solo respondió Ferrovial, alegando que su oferta no incurría en baja alguna. La contestación de la constructora no convenció a los técnicos municipales y mantuvieron que su propuesta era "inejecutable". En concreto se apuntaba la "sospecha de imposibilidad de ejecución de las mejoras con la financiación que se plantea en la oferta de tal forma que pueda obtener un mínimo beneficio" que establece la ley.
