"Nací en Pontevedra, en el sanatorio Marescot de entonces, y tengo recuerdos de esta ciudad desde muy pequeñita, creo que los primeros quizás sean de mi primer día de colegio, que tenía dos años y pico, ni llegaba a 3 porque nací el 28 de diciembre, así que empecé en las Doroteas muy pequeña; después toda la infancia y juventud la viví aquí, lo más importante que pasó en mi vida hasta los 18 años pasó en Pontevedra, porque me fui por primera vez para hacer la carrera en Santiago".
-¿Qué carrera eligió?
-Estudié Derecho, primero en las Doroteas como decía y después el Valle Inclán y después me fui a Santiago. Al acabar la carrera me marché a Madrid a preparar la oposición, estuve allí casi tres años, y después me fui a León, Cádiz, A Coruña, Santiago...
-¿Tenía vocación de funcionaria?
-De nacimiento casi, mis padres eran empresarios los dos y yo creo que ese tema de toda la vida vivir con la presión del trabajo que sufre un autónomo, que es durísima, de un comerciante que es durísima hizo que dijese yo funcionaria, tuve claro durante toda la carrera que quería ser funcionaria.
-Es especialista, corríjame si me equivoco, en relaciones laborales
-Estudié Inspección de Trabajo y la aprobé, al acabar la carrera me fui una semana a Madrid y me entrevisté con casi todas las profesiones relacionadas con el Derecho, con un juez, un abogado del Estado, un inspector de Hacienda, uno de Trabajo, y el que más me convenció fue el inspector de Trabajo, no tenía ningún antecedente en mi familia ni nada y fue vocacional, la verdad es que es una profesión que me gusta.
-¿Han cambiado mucho las relaciones laborales desde que usted empezó a ejercer?
-Han cambiado mucho pero es cíclico, hubo momentos duros también en años anteriores, la Inspección de Trabajo no se ve solo como un ente sancionador sino todo lo contrario, la mayor parte de la actividad es de mediación, de control y relaciones entre empresarios y trabajadores. Y además tuve la suerte de ser presidenta del Consello Galego de Relacións Laborais, creo que fui la primera mujer en un organismo autónomo de la Xunta, tenía 31 o 32 años, y tuve la oportunidad de estar en muchas, muchas horas de negociaciones, lo que ahora estamos visualizando en la política (sonríe) yo lo he hecho mucho en el mundo laboral.
-¿Empezó en política de la mano de Manuel Fraga?
-Bueno, yo estaba en la Inspección de Trabajo, me llamaron para ir al Consello de Relacións Laborais, que era un organismo independiente del Gobierno gallego pero te nombraba el presidente de la Xunta. No me afilié al Partido Popular hasta que me propusieron ser candidata a la Alcaldía en Pontevedra, nunca había ido hasta ese momento a un mitin y nunca había entrado en la sede de un partido político.
-¿Le sorprendió que se lo propusiesen?
-Pues si, me sorprendió porque en ese momento yo vivía en Santiago, acababa de comunicar que dejaba de ser presidenta del Consello a petición propia porque llevaba ya muchos años, y le dije pero si yo nunca fui a un mitin (risas) no sé, la verdad la primera vez que fui a un mitin en mi vida lo di yo con Fraga y Rajoy en el Teatro Principal, fue mi presentación con Fraga y Rajoy y la primera vez en mi vida que fui a un mitin.
-¿Qué balance hace de esa etapa como candidata a la Alcaldía?
-El recuerdo es muy grato, yo adoro a Pontevedra, me siento superpontevedresa y creo que fue un tiempo en el que aprendí mucho. Primero tuve oportunidad de conocer mi concello al 100%, cosa que pocos pontevedreses pueden decir, porque para conocer bien las 15 parroquias, los lugares, lo que ocurre en la ciudad y saber de fútbol, cultura, educación, urbanismo, de todo, acaba haciendo que conozcas muy bien tu tierra. Y, bueno, tuve una buena relación, la sigo teniendo, con todos los miembros de la corporación de aquel momento, solo fui una vez candidata a la Alcaldía y estoy orgullosa de ser la única que tras mis 4 años de oposición el alcalde, en ese momento ya Fernández Lores, pasó de tener 10 concejales a tener 7, fue el único caso en los casi 20 años de Lores que se consiguió que perdiera 3 concejales.
-No fue suficiente para que la volviesen a nombrar candidata
-No, y reconozco que me hubiese gustado mucho en aquel momento.
-¿Le dolió?
-Bueno, me parece que fui el único caso de Pontevedra que no le dieron la oportunidad, a pesar de haber tenido un buen resultado y de haber conseguido, repito, la única vez que Lores bajó tres concejales, ahora tiene 12, pero así es la vida y respeto profundamente la decisión del que me lo propuso en aquel momento y del que me propuso no ir en el segundo, esto es así y yo lo acepto.
-¿Qué opinión le merece la evolución de la ciudad en estos años?
-La mayoría de los temas que se hablaban en 2002 siguen sin solucionarse, recuerdo que cuando llegué de candidata y después a jefa de la oposición la primera cosa que me pidió el Ayuntamiento era que teníamos que licitar el plan general porque habían acordado los criterios la corporación anterior y con aquel plan general de Rivas no se podía hacer nada porque era todo una cacicada, pues mire, 14 años después sigue en el mismo punto de partida con 200 millones menos, que es lo que le costó; también era importantísimo Tafisa, que tenía que solucionarse un espacio para la universidad, hotel, infraestructuras, parques, y hoy es un desierto, no fueron capaces en 14 años de llenarlo. En la zona vieja se ha rehabilitado mucho el suelo pero falta darle vida, dinamismo, en aquellos tiempos se hablaba de un plan dinamizador del Mercado de Abastos, no fueron capaces de empezarlo, es el corazón de la ciudad y creo que, bueno, que la política de premios está bien, Pontevedra es una ciudad agradable para vivir, tranquila, cómoda, yo me siento cómoda en ella, pero mi opinión... A mi me gustaría (sonríe) que me despertasen todas las mañanas los pajaritos pero lo hace el despertador, hay cosas que no son suficientes y creo que están en un punto de frenada demasiado lento.
-Estuvo en el pleno en el que se declaró persona non grata a Mariano Rajoy
-Si, además lo hice muy conscientemente, me pedí un día de vacaciones cuando vi que se convocaba el pleno, fue la primera vez en la que fui al pleno después de dejar de ser concejal y lo hice porque he ido a apoyar a Mariano Rajoy cada vez que vino aquí a iniciar el curso político y a cualquier acto y creo que hay que estar a las duras y a las maduras y me gustó haber estado en un momento difícil. Y la verdad es que el pleno me pareció patético, me han decepcionado muchísimo casi todos los intervinientes de la moción, me ha decepcionado profundamente Rey, de Podemos, con un discurso antiguo, atrasado, que no me pareció nada bien; me ha decepcionado muchísimo Agustín Fernández diciendo que lo hacía por su madre, creo que un representante político tiene que hacerlo por todos sus vecinos, no puede hacer una moción por él mismo, por su madre o su hijo; y el que más me ha decepcionado, el alcalde de mi ciudad.
-¿Por?
-Hasta ahora sentía que era mi alcalde pero ahora tras el pleno sobre Rajoy lo siento mucho menos, porque creo que no ha escuchado a la mitad de los ciudadanos de Pontevedra, las urnas de poco antes le dieron muchísimo menos porcentaje de votos que al Partido Popular, no ha dejado que los ciudadanos opinaron y en nombre de los demás, porque es el alcalde de todos, ha declarado por primera vez en la historia de una ciudad con concordia a un ciudadano, vecino de Pontevedra, non grato. A mi me ha parecido fatal, la escena, la decisión del alcalde, y comparto plenamente la opinión de Mariano, me lo esperaba más de otros y menos del alcalde.
-Y detrás, uno de los grandes debates de la Pontevedra de los últimos 60 años, Ence
-Detrás está Ence que es el mismo debate que lleva estando también no desde el día que llegué yo sino mucho antes. Creo que la ciudad... Lores ya no tiene la disculpa de que son otros, lleva 20 años, nunca oí una propuesta alternativa del Concello de Pontevedra, excepto una que hizo Telmo Martín, que fue una propuesta de trasladar y ubicar Ence en Marcón, del Ayuntamiento nunca he visto ninguna, y visto que no ha sido capaz de hacer la gestión para dinamizar un espacio tan pequeño como Tafisa en 20 años, desde luego no tengo ninguna confianza en que sea capaz de volver a hacer ver una playa en Lourizán, y menos cuando ha permitido hacer el nudo de la autopista al lado, si usted tiene en sus planes de ciudad recuperar la ría no permite que el supernudo se haga al lado de Ence. Yo soy muy defensora de los derechos laborales, nunca me he manifestado en contra del mundo laboral, es más, he apoyado a Ence en muchas ocasiones, y creo que en un momento como éste en el que el trabajo es lo que más escasea en esta ciudad, sin duda alguna. Con independencia de eso si al alcalde no le gusta la decisión administrativa de Ence tendría que haberla recurrido por la vía ordinaria, tiene que manifestarse en contra de ella, me parece perfecto lo que quiera hacer, pero no tiene que personalizarlo ni hacer de eso una cosa que se inventa partidariamente para declarar a alguien persona non grata por un procedimiento que no existe y que fabrica para exclusivamente su ego personal y, sobre todo, el de Agustín Fernández a iniciativa de su líder Pedro Sánchez.
-A propósito de su referencia a la política estatal ¿que análisis hace de lo que estamos viviendo?
-Estoy perpleja, lo digo con toda sinceridad, perpleja por todo lo que está corriendo. Mire, yo soy negociadora, entonces efectivamente hay unas normas de investidura, llega el momento en el que el Rey tiene que proponer a un candidato para la presidencia del Gobierno porque los españoles han decidido que tiene que haber un gobierno de coalición, que no quieren mayorías absolutas y lo han elegido en las urnas, a Pedro Sánchez le dieron la oportunidad, es cierto que Rajoy no conseguía muchos apoyos y dijo que no tenía sentido ir a una investidura para investir a un presidente de Gobierno sin apoyos, en ese momento no los tenía y Sánchez dijo que los podía conseguir. De los más de 50.000 minutos que pasaron desde el 2 de febrero cuando lo decidió con las dos únicas personas con las que podría haber conseguido el objetivo ha hablado 20 minutos con Rajoy y 50 con Pablo Iglesias, los dos únicos que lo podían hacer, entonces a mi me parece un fraude, sencillamente. Oiga usted, si usted lo hubiese negociado un montón con las dos fuerzas que se lo pueden dar pero, vamos, dudo que a Mariano Rajoy le hubiesen dado la posibilidad mediática de presentarse después de un mes de negociación sin los apoyos en la sala apelando a Adolfo Suárez y diciendo he conseguido el gran pacto, la historia ha cambiado, lo dudo mucho. Es el momento de la responsabilidad, aquí ha habido unas elecciones que sirven para algo, un partido que las ha ganado y tiene que haber un acuerdo para gobernar las fuerzas que tienen posibilidad de hacerlo. Hay dos bloques y en el Partido Socialista en este caso tienen que elegir.
-¿Qué es lo que le ha molestado de todo el proceso de pacto?
- A mi me ha molestado profundamente como miembro del PP que el señor Sánchez me haya tratado del mismo modo que a Bildu y nunca había sentido ni en lo local, ni en lo autonómico ni en lo estatal odio de un candidato hacia los representantes del otro y ahora lo siento y a mi me da pena. Vi el otro día mucho odio en el pleno en el Concello, tampoco lo había visto porque nosotros tuvimos debates muy agrios que al acabar tomamos una caña, el otro día todo me gustó menos.
¿El debate político no es ya demasiado bronco? ¿No parece más un asunto de ultras?
-Si, mire en política hay distintas formaciones y yo respeto a todas, tengo grandes amigos personales que son socialistas, que son del bloque, del PP, que no votan a nadie, y creo que la vida es así, que convivimos todos en un marco de convivencia absoluta, creo que es lógica la confrontación dentro de las butacas del Teatro Principal en el pleno, en el Parlamento, es lógico, debe haber un debate político, pero el odio... Y además ha de haber un respeto institucional que en este momento se ha perdido bastante y me da pena.
-Se cumplen 4 años de su presidencia del Consorcio Zona Franca de Vigo...
-El pasado día 20 se cumplieron los 4 años, es un organismo muy bonito porque su misión es dinamizar el mundo empresarial; es complicado porque también es un organismo que depende de un ministerio pero que no tienes una relación directa, está en la periferia, nunca vino nadie del ministerio en estos 4 años a vernos (sonríe), y sin embargo dirige mucha parte de la organización empresarial, tiene un pleno que lo preside el alcalde de la ciudad, sea del partido que sea, con lo cual tienes que consensuar casi todo y que está formado por gente del Ayuntamiento, de la Diputación, de la Cámara de Comercio, de Aduanas, del Puerto de Vigo, tienes que consensuar mucho. Estoy muy orgullosa porque en mi tiempo se ha puesto en marcha todo el apoyo al emprendimiento, conseguimos poner en marcha la mejor aceleradora de empresas yo creo que de España en este momento, hemos conseguido transformar el polígono de Balaídos, que se construyó en los años cincuenta y que estaba muy anticuado en el sentido de logística, deficiencia energética, de fibra, de muchas medidas que tienen los polígonos modernos, y hemos conseguido debloquear una plataforma logística tan importante como la Plisant que estaba atascada desde hace años. También se ha dado un apoyo fuerte a la internacionalización y la innovación, muchos convenios con la universidad para retener talento y creo que el balance es muy positivo, me gustaría ver concluídos alguno de los proyectos que están en marcha y ver como funcionan.
-Le gustaría verlo desde dentro, se refiere
-No lo voy a ocultar, me gustaría verlo desde dentro, pero soy consciente de que el momento es complicado y este es un cargo que te nombra el Consejo de Ministros. No estoy en funciones, porque te nombra un decreto del Consejo de Ministros a propuesta del ministro de Hacienda y te cesa también el Consejo, así que ahora mismo estoy en plena actividad, pero si es cierto que el cargo va con el gobierno central.
-¿Se plantea volver a su puesto en la administración?
-Si, a la Inspección de Trabajo al día siguiente.
-De nuevo
-Si, ya lo hice en el segundo mandato, entendí que no tenía mucho sentido seguir, y cuando acepté el puesto para la Zona Franca sabía que era para cuatro años, para un mandato, y tengo clarísimo que mi siguiente sitio es la Inspección de Trabajo, además encantada, cumplí los objetivos de la Inspección el primer trimestre que estuve y eso que llevaba muchos años sin estar en el puesto en aquel momento, ahora solo llevo cuatro fuera, con lo cual (sonríe) me será más fácil reciclarme. La política es así, yo lo se y lo acepto.
